Casa de la familia Custodio Por: Aneudi González Custodio |
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La familia protagonista de esta investigación es una muy destacada en todo Utuado debido a su trabajo, esfuerzo y dedicación. El distinguido dueño y cabeza de la familia lo fue Dionisio Custodio, un hombre reconocido en todo Utuado y pueblos aledaños. Era un hombre visionario, alegre, humilde y muy trabajador, siempre a la disposición de parientes, vecinos, amigos y de todo el pueblo. Era un hombre dedicado por completo a la agricultura. Ésta era su pasión pues cultivaba todo tipo de alimentos en sus 40 cuerdas de terreno que todos los días contemplaba. Junto a él siempre estuvo su esposa la señora Esther Jiménez que codo a codo le asistía y le ayudaba en todos los quehaceres del hogar y la finca. Tuvieron dos hermosas hijas; la mayor llamada Adelaida y la menor Marisel, que también estuvieron involucradas en todo lo que emprenderían en un futuro. |
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La casa de la familia Custodio fue una muy importante en el barrio de Caguana y fue construida alrededor del 1955 en el sector Jareales, del ya mencionado barrio de Caguana. La importancia de esta casita es que allí nace uno de los beneficiados de café más importantes del centro de la isla. El señor Dionisio siempre soñó con tener una finca cultivada completamente del preciado producto del café, y a su vez tener las herramientas para prepararlo y para comercializarlo por toda la isla. El tomó su sueño y con mucho esfuerzo y entrega lo logró, levantando una estructura gigantesca que guardaba dentro de si las importantes bateas que secaban y tostaban el café. Logró también hacer un acueducto extrayendo el agua de un precioso y limpio manantial abasteciéndose de agua él y sus vecinos. Dionisio alcanzó todos sus deseos siendo un hombre muy humilde y dado a todas las necesidades del pueblo. La casita de los Custodio fue también un lugar de encuentros, fiestas, velorios , rosarios, despedidas de año y las famosas parrandas de Nidi como le decían sus amistades a Don Dionisio. Le encantaba las bohemias y las décimas que ha ritmo de su cuatro entonaba. |
Al morir inesperadamente, debido a un ataque del corazón, su esposa doña Esther se armó de fuerzas y tomó su lugar dirigiendo este negocio que conocía a perfección debido a lo cercano que eran. Esther no dejó caer el sueño de su esposo, y con mucho esfuerzo lo sacó hacia delante. Hoy día se construye una torrefacción en este mismo terreno para tomar este café y comercializarlo. Aunque Esther esta ya entrada en edad tiene el apoyo de sus hijas y nietos. Dos de ellos son agrónomos y están muy entregados a esta vida de esfuerzos y provechos. |
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