La General Cigar empleaba a 600 personas y aportó grandemente a la economía de Utuado.  Esta fue  la fábrica de tiparrillos más grande del mundo. Se fabricaban tres tipos de cigarros diferentes y estos eran; Los Robert Burrs Panetellas, Los Robert Burrs Tiparillo y Los White Owl Invisible.

Don José Vázquez, un empleado que fue el ingeniero de la planta, me contó que en una ocasión Celeste Benítez viajó junto al Superintendente de la Policía, en una avioneta que aterrizó en los predios de la fábrica a visitar las instalaciones. Según Vázquez la General Cigar contaba con una casa de huéspedes, que se encontraba dentro de las facilidades de la misma. Fuera de las instalaciones y en el terreno que queda justo a su derecha había una residencia propiedad de la compañía, donde vivía el gerente de la misma. También me contó que la General Cigar ayudó a diferentes entidades sin fines de lucro y organizaban carnavales para recaudar fondos. Estos carnavales se realizaban en diciembre cuando se tomaban unas vacaciones para habilitar las instalaciones. Él me cuenta que en toda la historia de Utuado nunca se han hecho carnavales, tan majestuosos como los carnavales organizados por la General Cigar.
A pesar del alza en la economía de Utuado que trajo consigo la General Cigar, la cerraron en 1979, sin justificación. Esto disminuyó grandemente la economía y actualmente no ha mejorado, ya que solamente hay una fábrica de fomento operando y es la de ropa interior. Aún se encuentra, aunque abandonada, la estructura de lo que fue la General Cigar. Se ha utilizado para criar caballos de la policía y actualmente se utiliza para la ganadería.