LA CASITA DE DOÑA FLOR
Por: Wanda Figueroa
flor
En el año 1952 el Sr. Serafín Marfil y la Sra. Adela González, compraron un terreno ubicado en el barrio Paso Palmas, carretera 140 de Utuado hacia Jayuya.  Su hija Flor contaba con apenas 8 años de edad (eran cinco hermanos de padre).  En el mismo ubicaba el Colmado y Barra el Boquerón, allí se congregaban los vecinos del área a confraternizar a la vez que consumían su bebida predilecta y para degustar de los sabrosos dulces de coco que preparaba Doña Adela.  Para aquella época los dulces costaban $0.02 centavos. 
Flor siempre estuvo involucrada en la preparación y confección de los dulces de coco.  Además, fue reina de las fiestas patronales en Utuado a la edad de 17 años.  En el negocio se realizaban diversas actividades sociales y culturales. Una de ellas era conocida como la fiesta de las Pencas de Palma porque forraban el área de baile con pencas de palmas.  La música se escuchaba  a través de las grandes velloneras que contenía los discos de los famosos cantantes de aquella época romántica, música que invitaba a bailar.  Los fines de semana todos los caminos conducían hacia el Colmado Boquerón donde turistas de todos los pueblos de la Isla llegaban para comprar los famosos dulces de coco, disfrutar de las competencias de trovadores, de la música jíbara en vivo y quizás para enamorarse.  Al fallecer sus padres, Doña Flor continuó con la tradición de confeccionar los dulces de cocos. 
Actualmente, estos han evolucionado en su confección ya que se le añadieron otros ingredientes tales como mamey, guayaba, piña y/o canela lo que los ha convertido en un manjar de sabores.  Tanto así, que los fines de semana es común ver grupos de motoristas, de jinetes y guaguas de turistas estacionados en el área del negocio saboreando y comprando por cantidades para llevar a sus familiares y amigos de otros pueblos de la isla y otros países.  Artistas como Tito Rojas y el alcalde de Cataño, entre otros, han visitado este famoso lugar.  También, se han celebrado transmisiones radiales de actividades musicales y bailables y la comunidad se ha reunido para colectar donaciones para los vecinos con necesidades.  También, se han celebrado reuniones políticas, entre otras actividades.  Doña Flor a sus 66 años continúa brindando su amable sonrisa y cortesía a todo el que se acerca a su rincón para disfrutar del Tradicional Dulce de Coco de Doña Flor.  Hoy día cada pedazo de dulce de coco cuesta $0.60 más el IVU.
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