Los Pastelillos de Utuado Por: Edilberto Rodríguez Morales
Utuado, cuyo nombre taino es Otoao, fue fundado en 1739 y cuenta con una población de aproximadamente 35,807 habitantes.  Cuna de grandes poetas, escritores, artistas musicales, gráficos, atletas, políticos, educadores, etc.  Aquí en esta Ciudad del Viví se entretejen muchas historias, anécdotas y acontecimientos. Me di a la tarea de investigar y mostrar datos de la historia sobre los pastelillos de Utuado.  ¿Y quién no ha probado uno de esos pastelillos tan sabrosos, famosos y conocidos? Diría yo, a nivel nacional e internacional.  Les voy a contar su trasfondo histórico.
	Cuenta Lemuel Méndez, su actual dueño, que su negocio se originó a principios de la década de los cuarenta, específicamente en el 1944.  Sus fundadores fueron don Antonio Méndez y doña María Rodríguez, sus abuelos y primera generación.  Cuenta Lemuel que en aquella época se pagaban siete dólares de renta.  Él trabajaba junto a sus abuelos  y el negocio comenzó vendiendo la famosa mixta, arroz, habichuela y carne guisada con pan.  Además de alcapurrias y pastelillos.  Según Lemuel, él se tenía que levantar a las 4:00 de la madrugada, bajar al negocio y prender un anafre, que era una lata de manteca de las de antes abierta por arriba con una parrilla.  Le echaba carbón y se soplaba manualmente con un abanico hecho de un pedazo de lata, hasta que se encendiera el carbón.  Luego llegaban sus abuelos con la masa ya hecha y la carne preparada para las alcapurrias y los pastelillos y   Lemuel se marchaba a la escuela.  Cabe mencionar que se utilizaban unos rolos manuales para la masa que todavía existen y están en fotos.  Sus abuelos trabajaron el negocio aproximadamente 20 años y cuenta que al morir ellos, continuó lo que sería la segunda generación, don Luis Méndez y doña Hilda Rosa Irizarry, padres de Lemuel.
Ellos continuaron con la tradición y la confección, pero dejaron de preparar la mixta y las alcapurrias y se dedicaron sólo a los pastelillos.  Ya de lleno en el negocio con sus padres, también se integraron sus hermanas Noemí, Aurora y Nereida, las dos primeras, distinguidas educadoras de nuestro pueblo, que ayudaban en el tiempo libre de escuela.Cuenta que él y su mamá bajaban del sector La Granja de Utuado a las 4:00 de la madrugada con una ponchera de masa y su papá con la carne, hacia el negocio que se encuentra ubicado en la calle Dr. Cueto #19, frente a la entrada sector Los Pinos.  Esta generación no utilizaba los rolos, pues los cambiaron por una botella porque era mucho mejor para estirar la masa; de esta manera estuvieron brindándole lo mejor del producto.  Muere don Luis y Lemuel continúa en el negocio con su mamá por alrededor de 35 años.  Cuenta Aurora que en una ocasión, llegó al negocio un transeúnte, cerca del mediodía, que trató de asaltar a su mamá y quitarle el dinero que se originó de las ventas de ese día.
Doña Hilda no se lo permitió diciéndole: "No me vas a llevar los chavitos, so charlatán, porque son para mantener a mis hijos, vete sinvergüenza".  Mientras esto sucedía, doña Hilda le daba con una sombrilla y no se dejó quitar el dinero.  Destaca Aurora y Noemí que lo mucho o lo poco que son hoy día, se lo deben al sacrificio de sus padres con la obtención de las ganancias del negocio que en tiempos atrás no era mucho, pero si había dedicación y amor al trabajo.  Al faltar doña Hilda, entonces llegó la tercera generación, Lemuel y su esposa continuaron confeccionando el famoso pastelillo "home made" como dicen por ahí.  Ya se está gestando una cuarta generación, su hijo Waldemar Méndez está laborando con ellos y dice tener interés en continuar con la tradición.  Otra anécdota y esta vez del que le suscribe.  Estando en quinto grado, para la década de los '70, una maestra que me impartía la clase de ciencia, me envía a buscarle un pastelillo.  Eran las 9:00 de la mañana aproximadamente y estando yo con pastelillo en mano escucho unas detonaciones y cuando salí del negocio, observé un señor  dispararle a otra persona de apodo “Machote”, ambos conocidos en la comunidad Los Pinos de Utuado.  Salí corriendo con el pastelillo y cuando llegué al salón la maestra me pregunta: "Muchacho, ¿por qué llegaste tarde y estás tan jincho?".  Le expliqué y salieron los estudiantes como estampidas para averiguar.  Del pastelillo sólo llegó la bolsa.  Cabe destacar que este negocio, fundado hace más de 60 años, siempre ha estado situado en el mismo lugar, en un edificio construido a mediados del siglo XIX y todavía conserva su estado original.  Este establecimiento ha tenido muchos reconocimientos.  En una ocasión recibieron la visita del programa Desde Mi Pueblo, transmitido por la televisora WIPR, con la animación de Yoyo Boing.
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