Puerto Rico Tobacco Marketing Cooperative Association
Lema: “Conservar su tierra es conservar su crédito”
Por: Nancy M. Irizarry Jimenez
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La Puerto Rico Tobacco Marketing Cooperative Association está localizada en la calle Dr. Cueto en el pueblo de Utuado.  Según nos informa la Sra. Rafaela ‘‘Ketty’’ Cabán, este edificio perteneció a su padre Francisco Galeno Cabán para el año 1910.  En una escritura pública que le proporcionó uno de los nietos de su padre llamado Edel Montalvo Cabán, dice que el lugar estaba originalmente a nombre de Evaristo Cabán Lugo, padre de Francisco Galeno Cabán.  Tanto la abuela, su padre y su tío, Pablo Cabán, llegaron de Lares, cuando se estaba construyendo la carretera.  Era una familia muy pobre y se sostenían preparando comidas. Francisco Galeno Cabán, se encargaba de venderla a los trabajadores de la construcción.  De esta manera, compró su primer quintal de tabaco. Desde niño, él y su madre, reinvertían el dinero obtenido.

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Luego, doña Evarista se casa con un señor mallorquín, don Rosendo Rodríguez.  En el censo de 1920, a los 40 años, don Francisco todavía vivía con ellos.  Como su padrastro se dedicaba al negocio del tabaco, es bastante probable que le haya enseñado el comercio de este producto.      
En este edificio se almacenaba el tabaco procesado, que se iba a enviar a las compañías estadounidenses, específicamente a la compañía R. J. Reynolds Tobacco Co., a la cual Francisco Galeno Cabán viajaba con un traductor

Izq. Francisco Galeno Cabán en Asociación de Cafetaleros de Puerto Rico

Der. Pintura al óleo por: Oscar Colón Delgado

      También en este lugar se encontraban sus oficinas, donde se reunía allí con figuras ilustres como Don Antonio R. Barceló, presidente del Partido Liberal, y su hija, Josefina Barceló de Romero.  En aquella época don Luis Muñoz Marín, uno de los líderes del Partido Liberal, era otro de los visitantes del almacén.  También contó con la presencia de don Ramiro Colón, que fue uno de los fundadores de la Asociación de Cafetaleros de Puerto Rico.  Otra figura que estuvo fue el licenciado Vicente Geigel Polanco, en ese momento haciendo política por el Partido Liberal y luego, presidente del Senado de Puerto Rico bajo el Partido Popular Democrático.  Al romperse el Partido Liberal, él quería que Francisco Galeno Cabán se uniera a Luis Muñoz Marín y dejará a Antonio R. Barceló, pero no lo consiguió. 
          También recibía las visitas de Pedro Albizu Campos, que aunque no compartía sus mismas ideas, le tenía un gran respeto.  Éste iba acompañado de doña Juanita Ojeda.  Aquí surgió la idea de pagar su fianza cuando fue acusado y arrestado por la Masacre de Ponce.
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Puerto Rico Tabacco Marketing Cooperative

Association antes de la restauración

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No sólo acudían estos personajes al edificio, sino que también iban los agricultores a solicitar su abono y adelantos en efectivo para las cosechas,  según me contó un pequeño agricultor de aquella época, Juan Custodio Marte. El tabaco en aquella época, era clasificado en 3 categorías: el manojo (el mejor, que se llegó a pagar hasta $100.00 el quintal), tripa ($75.00 el quintal) y el boliche ($50.00 el quintal) que no eran pagados en el momento.  Éstos préstamos de refacción, como se conocen en la banca, eran parte de la vida diaria del almacén de ‘‘Don Gale’’, como le llamaban en el pueblo.
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La  hija de Galeno Cabán, Ketty, contó  que este lugar le proveyó empleo a cientos de trabajadores, mujeres y hombres.  Los agricultores lo recogían pero, también participaban los cosedores, los clasificadores, las despalilladoras, los que colocaban en camillas a curar, los embaladores, entre muchos otros.  En palabras de Fernando Picó, en el libro Al filio del poder: subalternos y dominantes en  Puerto Rico. 1739-1910,  ‘‘La paga de las trabajadoras del tabaco en Utuado según el censo de 1910  era bastante modesta. Para 1912, en los talleres más grandes, seis días de trabajo, de entre 6 y 9 horas diarias, reportaban de dos a tres dólares de paga semanal; es decir, un promedio entre 40 y 50 centavos de dólar por día’’.  (pág. 180)

Interior del lugar en la actualidad
como Sala de Teatro en Utuado

La fábrica donde se procesaba el tabaco se encontraba ubicada en lo que era un edificio que ocupaba toda una cuadra.  Es la cuadra donde se encontraba la Farmacia Negrón hace unos años atrás y donde se encontraba el Cine San Miguel, también de Francisco Galeno Cabán en sociedad con don Antonio Casellas, hoy clausurado.  El negocio de tabaco, comprendía las calles Doctor Cueto, Washington y las que las unen. 
          El edificio que se encuentra en la calle Dr. Cueto tenía una chimenea, bien alta y hecha en ladrillo, que Francisco Galeno Cabán mandó a derrumbar entre 1932 y 1933.  Trabajaron en la demolición dos hermanos, Jesús ‘‘Chú’’ Medina y don Juan Medina.
          Añadió Ketty que el gran problema de la industria del tabaco en Utuado fue la falta de un buen sistema de transportación (infraestructura). Las carreteras por donde transitaban los camiones que llevaba el tabaco a San Juan estaban en muy malas condiciones y tomaba cinco horas llegar a la capital.
Cuando terminó el auge del tabaco y luego de la Segunda Guerra Mundial en 1945, Francisco Galeno Cabán le dio otro uso a sus almacenes.   Solía acudir a San Juan, a subastas de artículos como pantalones y camisas kaki, botas, entre otras, que después vendía a los utuadeños a precios muy bajos. 
          Cuando terminó la guerra estuvo en negociaciones con el Sr. Villanueva, dueño de la casa de madera donde estuvo la Casa Mary.  Al comprar esta propiedad, Galeno Cabán se convirtió en dueño de toda la cuadra, hasta donde era el telégrafo.  Tenía planeado crear un gran teatro, frente a la plaza de recreo.  En esos trámites estaba cuando sufrió su primer derrame cerebral, de tres que le causarían la muerte en julio de 1947, a los 67 años.   Cuando cayó en cama, su hermano, Pablo Cabán, en complicidad con una de las mujeres de don Francisco Galeno Cabán, llamada Paula, estipularon un testamento falso y así de esa manera, Pablo apareció como el actual dueño de las escrituras de ese lugar.  Vale aclarar que Francisco Galeno Cabán nunca se llegó a casar, pero tuvo hijos con distintas mujeres. 
          Ante la muerte de don Gale su hermano tomó las riendas del negocio, pero luego, para la década de los 50 decidió vender el edificio.  Este edificio estuvo abandonado durante mucho tiempo.  En un período de elecciones, uno de los candidatos a la alcaldía propuso que éste se utilizará para establecer un Museo del Tabaco.  Ante la derrota de este candidato, años más tarde el alcalde electo inauguró el 22 de noviembre de 2002 en esta facilidades la Oficina de Arte, Cultura y Turismo del pueblo utuadeño bajo el proyecto ‘‘Complejo Artístico Cultural del Quinto Centenario’’.  Actualmente, la Asamblea Municipal desea designar al lugar el nombre de Adavinia Marrero Ledesma.  Esta señora fue maestra, líder cívica, poeta, declamadora y productora de Programas Radiales.  Aunque es nacida en Jayuya, fue declarada hija adoptiva de Utuado.  Se dedicó al magisterio por 40 años. Por  30 años coordinó las fiestas de la Cruz.  Era una defensora de la educación y del rescate de la tradición y fervor de nuestro pueblo.  Pero, aún no se le ha otorgado este nombre debido a que su muerte es reciente. Sobre este particular dijo su hija Ketty: ‘‘Este almacén tiene un gran significado en mi vida y en mis recuerdos, no he ido una sola vez a Utuado, que no pase por el frente.  Que hoy sea el Centro Cultural me llena de alegría y de paz, aunque mi gran anhelo es que lleve el nombre de Papá: Centro Cultural Francisco Galeno Cabán.  La razón es simple.  Quizás mi padre no escribió un poema, ni pintó o esculpió, pero entendió la necesidad de un pueblo civilizado de disfrutar de las artes, de nutrir su alma.  Por eso soy compositora, por eso tantos utuadeños pudieron elevar sus espíritus y soñar, porque Francisco Galeno Cabán, aunque no tuviera el privilegio de nacer allí, invirtió, sin dudarlo un momento, en traer las artes a Utuado, levantándole no uno, sino dos teatros y muchas industrias.  Pudo haberse ido del pueblo cuando hizo su capital, como otros, pero luchó hasta el final por transformar su pueblo adoptivo, creando otra empresa exitosa cuando una, como el café o el tabaco, no daban para más.  Nunca abandonó al pueblo que hoy no se acuerda de él. ’’
          La hija de Francisco Galeno Cabán se refiere a que su padre junto con un socio cuyo nombre no recuerda, llevó la industria cinematográfica a Utuado, siendo pionero en esa rama artística.  Por allí desfilaron espectáculos musicales y teatrales, como por ejemplo, el espectáculo cómico y musical que se destacó luego en la televisión, Milagros Carrillo, conocida como ‘‘la jibarita de Canóvanas’’.  Cuando cerró la fábrica de tabaco, se unió a Antonio Casellas, para allí construir el Cine San Miguel, en la calle Washington.  Trajo espectáculos de Ramón Ortiz del Rivero ‘‘Diplo’’ y José Luis Torregrosa.  Con ese espectáculo, su hija Ketty Cabán se presentó como miembro del conjunto Las Golondrinas, que componía Elena Rita Ortiz, Millita Quiñones y Ketty.
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