INTRODUCCIÓN

 

Nuevamente mis estudiantes completaron un nuevo proyecto de historia oral. Esta vez se trata de las memorias de caficultores y caficultoras que se vieron obligados/as a cambiar de café de sol a café de sombra. Fue la Dra. Mariangie Ramos y durante el simposio de estudiantes que celebramos en noviembre pasado, la que me interesó en el tema. La Dra. Ramos, especialista en el tema, les dio una conferencia a mis estudiantes y luego que recibieron mi orientación sobre lo que es historia oral comenzaron la búsqueda de los/as protagonistas de este acontecimiento histórico.

Aparte de saborear una taza caliente de esta preciada bebida en la mañana, era muy poco lo que conocía sobre el cultivo del café. Igualmente, para muchos de mis estudiantes, sobretodo los/as que viven en los pueblos de la costa, el cultivo del café era también un tema desconocido. Ahora y luego de disfrutar estas memorias, tanto ellos/as como yo hemos aprendido muchísimo.

El café no puede desaparecer. En estos tiempos cuando la agricultura se ha convertido en material de discusión y de preocupación a nivel mundial, todos/as, incluyendo al gobierno, tenemos que unirnos para buscar soluciones. Además de ser emblema de nuestra identidad como pueblo, el café fue y tiene que seguir siendo fuente de ingreso para los/as puertorriqueños/as.
Es necesario leer todas estas historias de carne y hueso, para conocer el pasado y entender el presente de nuestro café y quien sabe si en algunas de ellas encontramos soluciones para el futuro de esta empresa agrícola.

Dra. Sandra A. Enríquez Seiders

Dedicatoria

A todos/as los/las que trabajaron y trabajan nuestra tierra

Agradecimientos

Mi agradecimiento a la Dra. Mariangie Ramos, del Departamento de Tecnología Agricola de la Universidad de Puerto Rico en Utuado, por su presentación. Este trabajo debe ser ejemplo de como distintas disciplinas se pueden unir para lograr un propósito. En este caso la historia con la agricultura.

A los caficultores y caficultoras que recibieron a mis estudiantes y les contaron sus historias de vida, mil gracias. Son ustedes los/as protagonistas de este trabajo de investigación.

A Mercedes Rivera, Meche, como siempre, gracias. Tu toque personal, como artista gráfico, hace lucir hermoso este trabajo.

Finalmente, mi agradecimiento a los/as estudiantes que participaron de este proyecto. Una de mis grandes pasiones es la historia oral. Estoy convencida que sin ella, la historia oficial no cobra vida. Ustedes lograron darle vida a la historia del café.

 

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