La escuela Celina Maestre Rivera está ubicada en el barrio Viví Arriba en la Carr. 605, Km 5.7 del municipio de Utuado. Para hacer historia oral de esta escuela pude entrevistar a la Sra. Carmen Celia Rullán, hija de la Sra. Celina Maestre Rivera y me contó que Celina nació el 27 de marzo de 1904 y murió el 23 de octubre de 1994. Sus padres fueron el Sr. Miguel Maestre González y la Sra. Francisca Rivera Piñeiro. Según mi entrevistada, Celina quedó huérfana de madre a temprana edad y se hizo cargo de su familia, cuidó de su padre y de sus hermanos Herminia, Antonio y Jaime. Se graduó de cuarto año y tomó un curso avanzado de educación y empezó a trabajar como maestra de primer grado en el 1922 en el barrio Don Alonso. Para llegar a la escuela tenía que ir a caballo y en ocasiones hospedarse. Después de trabajar en Don Alonso trabajó en otros barrios. Trabajó en el barrio Bubao en la escuela Los Cuatro Salones la cual hoy día conocemos como la escuela Monserrate Moreno y luego trabajó en la Escuela Viví la cual lleva su nombre. Trabajó en esta escuela hasta el 1956.

Celina se casó con Bartolomé Rullán el 24 de octubre de 1924. Procrearon cuatro hijos: Miguel, Esther, Tommy y Carmen “Baby”. De los hijos de Celina, tres fueron maestros y de sus nietos cuatro son maestros hoy día. Para el 1932 el matrimonio compró una finca en el barrio Viví Arriba e hicieron una escuela en el patio de la casa en la cual trabajó hasta el 1956. Era maestra de primer grado. Le dio clases a casi todos los niños del barrio incluyendo a sus hijos. Fue condecorada como Maestra Ejemplar de Primer Grado por el Departamento de Instrucción Pública de Utuado. Luego de su muerte le ponen a la escuela su nombre por haber fomentado y ayudado en la fundación de la escuela. Esto sucedió en el 1996 siendo el alcalde de Utuado el Sr. Juan Luis Ortiz Montalvo y el director de la escuela era el Sr. Nelson Maldonado Zeda.

En sus inicios la escuela contaba con al menos 10 salones ubicados en distintas áreas. Habían dos en el patio de la casa de Celina. El comedor y un salón se encontraban en lo que hasta los otros días fue el Monasterio Madre de Dios. Los demás salones se encontraban en lo que es hoy la escuela. Los estudiantes que se encontraban en la escuela tenían que ir en fila hasta el Monasterio para ir al comedor y subir de igual forma. En el comedor escolar la comida era gratuita. Los alimentos eran todos nutritivos. Siempre se servía arroz, habichuelas, carne, harinas, entre otros. Todos podían almorzar incluyendo a los maestros. Como a las 10 de la mañana las empleadas les llevaban café a los maestros.

Además de Celina, según Carmen Celia, otro maestro muy bueno lo fue el Sr. Alisanto Delgado quien daba clases de Estudios Sociales. La educación era excelente, los maestros eran ejemplares y los estudiantes eran respetuosos, responsables y dedicados. Para esa época la escuela no contaba con biblioteca, pero aún así se les daban asignaciones a los estudiantes y éstos las hacían. No daban clase de educación física, ni de arte y ni de música. Estas clases las comenzaron a dar para el año 1956. Los estudiantes jugaban con pelotas, corrían, brincaban, y otros juegos diversos. No habían juegos electrónicos. Para la época navideña se hacían obras de teatro, se hacían reuniones con la comunidad para ver películas y todas las actividades salían muy bien. Todos compartían sin ningún problema.

De acuerdo con otro de mis entrevistados, el Sr. Domingo Montalvo y maestro de la escuela, el principal de la escuela en aquella época fue el Sr. Edilberto Camacho, quien hoy día tiene cerca de 90 años. El Sr. Montalvo me contó que si ellos se portaban mal en un salón de clase o en algún lugar dentro del plantel escolar los llevaban a la oficina y allí la pela era segura y con una varita de guayabo. Había siete salones para 250 estudiantes. El salón de tercer grado contaba con una matrícula de alrededor de 52 estudiantes para una sola maestra dando todas las materias incluyendo el inglés.

El comedor escolar era tan pequeño que no cabían ni 25 estudiantes en las sillas y mesas que lo componían. Las filas eran interminables y había que comérselo todo, era obligado. Se servía arroz grano largo, habichuelas marca diablo, una leche en polvo con un sabor terrible, pero había que comérselo todo a la mala. No se pagaba nada por la comida. El peor costo era comer a la mala lo que no te gustaba.

Las libretas se forraban con papel periódico o papel de bolsa brown. Se cargaba el lápiz y las libretas en la mano. Se tenía que ir a pie a la escuela ya que no había transportación. Los zapatos los regalaba el gobierno y era un par por cada miembro de la familia. El último día de clases las actividades se extendían hasta las 6:00 p.m. y los padres podían participar. Durante la Semana Santa en la escuela se ofrecían películas de la Muerte y Resurrección de Jesús para toda la comunidad.
Los primeros maestros lo fueron la Sra. Celina Maestre Rivera, el Sr. Alisanto Delgado, la Sra. Carmen Villanueva y la Sra. Carmencita Serrano.