Huelga 2010 vs huelga 2017-UPR-Utuado
Por: Joannie M. Rivera Rivera
Las huelgas estudiantiles son una forma de protesta en la que sus participantes o miembros se abstienen de realizar las actividades que hacen normalmente con el fin de reivindicar mejoras en las condiciones de estudio. Estas reclamaciones suelen estar ligadas, pero no exclusivamente, al sistema educativo. En Puerto Rico se han realizados en diversas ocasiones estas huelgas por diversos atropellos tanto a la universidad como al pueblo.
En el año 2010 se desató una huelga gracias a aumentos de matrícula, a los recortes de los cursos de verano, la negación de permanencias y plazas a profesores con contrato, la negación de aumentos de sueldo a catedráticos, la disminución de secciones y cupo, entre otras muchas razones. Estas situaciones a la larga provocaron un descontento en los educadores que reclamaban una mejor paga por lo que un miércoles 21 de abril de 2010 se inició un paro de 48 horas. Este paro terminó transformándose en una huelga indefinida a la cual se unieron la mayoría de los 11 recintos del Sistema UPR. Después de este suceso se repite otra huelga en el año 2017. Esta vez en contra de los recortes presupuestarios de $512 millones ordenados por la Junta de Control Fiscal para poder lidiar con la crisis económica que acecha al sistema público universitario. La duración de esta fue de dos meses, más o menos.
Mi entrevistado, el Dr. J. A. Ramos dijo: “Aunque hay varias diferencias entre una huelga y otra, me parece que la primordial radica en que la de 2017 tuvo un carácter más nacional que universitario puesto que fue un llamado de alerta a todo el país de que las extensiones del gobierno y de la Junta de Control Fiscal Federal venían a imponer una serie de medidas realmente atropellantes y abusivas en contra del pueblo pobre y trabajador. Es decir, la huelga del 2017 fue un claro aporte del movimiento estudiantil en defensa realmente a la mayoría del país.”
En ambas huelgas los líderes de estas fueron estudiantes de sus respectivos recintos universitarios. El Dr. J. A. Ramos nos indica que decir los nombres de los líderes estudiantiles de la huelga de 2017, por el momento, todavía podría resultar problemático. Estos líderes del movimiento estudiantil tenían muy claro que el país se enfrentaba a una situación muy seria que afectaba al presente y afectaría el futuro.
Añadió; “Claro que en ambas hubo participación ciudadana utuadeña, fueron bastantes las personas que se acercaron y les dieron apoyo de todo tipo: económico, emocional e incluso político. En apoyo a la huelga de 2017 el primero de mayo el estudiantado de la escuela superior Luis Muñoz Rivera decretó un paro en solidaridad con la huelga universitaria. Hubo estudiantes de la UPRU que se acercaron al piquete escolar. Y más adelante en el día juntas y juntos se movieron en una marcha hasta los portones del colegio. El primero de mayo de 2017 será recordado como uno histórico, por la magnitud y entusiasmo que lo permeó.”
El Dr. J. A. Ramos nos cuenta que él por lo menos vio y habló con el personal docente y no docente que estuvieron allí apoyando al movimiento huelgario dentro y fuera del recinto. También nos recuerda que hubo personal del recinto que le dio la espalda al esfuerzo del estudiantado. A pesar de que sus trabajos estaban en riesgo, al igual que la permanencia del recinto. En estas dos huelgas algunas de las actividades realizadas por el personal docente y no docente a favor de estas fueron: charlas explicando la situación de la universidad en ese momento, la aportación de dinero y abastecimientos, noticias pertinentes a la lucha, y hasta estuvieron presentes en la defensa de los portones.
De acuerdo con mi entrevistado, estas huelgas lograron el desarrollo de líderes capaces y dispuestos a enfrentar las medidas neoliberales del gobierno. Se podría decir que fueron tan impactantes que muchas personas en el país se dieron cuenta de la necesidad de luchar para evitar el empobrecimiento de un gran sector puertorriqueño. La huelga de 2017 también logro poner en voceo público la obligatoriedad de que se auditara la deuda, al parecer ilegal, además impagable.
De una forma u otra, las huelgas tocaron los once recintos del sistema, ya que estas afectaban a toda la comunidad universitaria en total.
El Dr. J. A. Ramos nos indica que en la huelga del 2017 en Utuado no hubo represarías contra los manifestantes. Sin embargo, en un momento dado los líderes fueron demandados por parte de la rectora, pero nunca se les pudo emplazar. Además, resultó contraproducente a la Rectora porque demandaba a estudiantes mientras pactaba encuentros de diálogos y discusión.
A su entender la huelga termina porque, esencialmente, el estudiantado huelguista se encierra en sus recintos sin atender lo que había sido su primer objetivo: concientizar al pueblo de la necesidad de una actitud contestaría, de lucha. Se alejan del trabajo y acercamiento a las comunidades. Claro que estas y el movimiento sindical, después del 1 ͬ ͦ de mayo, cayeron en un inmovilismo y apatía incomprensibles si nos fijamos en lo que ocurría en el país y lo que se preveía que sucediera. El otro aspecto que precipita el fin de la huelga es la falta de discusión política entre estudiantes. Se discutía, se hablaba mucho pero no en la dirección de fortalecer los argumentos que les permitieron a seguir la huelga con fuerza o conseguir los acuerdos que permitiera un final más a tono con la importancia de todo el esfuerzo realizado.
