Según Margarita, durante el transcurso del embarazo, le daban muchos dolores cuando caminaba. Al parir, ella se agachaba y salía el “muchacho”, según la entrevistada. Para el parto, la comadrona traía con ella paños limpios, tijera, cordón y todo esterilizado con alcohol y agua caliente. Una vez nacido el bebé, la ponían en cuarentena para cuidarla de que no le diera ninguna enfermedad a ella y al bebé. En el transcurso de la rehabilitación, ella se alimentaba de caldo de gallina y verduras que su hermana le preparaba. Al poco tiempo, la comadrona regresaba y velaba que todo estuviera bien e indicaba los cuidados y la alimentación de la mama y el bebé durante la cuarentena. El trabajo de Margarita era la crianza de los niños y los deberes de la casa. Mayormente, las mujeres en ese tiempo hacían los trabajos del hogar, además enrollaban tabaco y molían café. Por otro lado, los hombres trabajaban en el huerto y las fincas.