NACIMIENTOS BENDECIDOS POR COMADRONAS

POR: MELANIE PONS RÍOS

Las comadronas son mujeres que se dedican a atender partos mayormente en la zona rural donde los servicios del hospital no llegan porque son comunidades lejanas pero también se pueden encontrar en las áreas más pobres de la ciudad. Ha sido de mucho beneficio la labor de estas comadronas para las familias de bajos recursos que no tienen como pagar un hospital o no tienen los medios para llegar. Se han convertido en una gran bendición para estas familias.

foto1

La comadrona Rosa Caraballo que no estaba certificada atendió los partos de la señora Altagracia Rosario Cruz. Altagracia tuvo cuatro hijos, de los cuales tres fueron atendidos por Rosa, tuvo un aborto de gemelos y una en el hospital. A sus 25 años nació la primera hija de Altagracia en el año 1958 llamada María de los Ángeles Torres Rosario. Su segundo hijo lo tuvo a sus 26 años en el año 1959 y se llamó Alfredo Torres Rosario. En el año 1960 a Altagracia le ocurrió el aborto de los gemelos. La tercera hija llamada Carmen Rosa Torres Rosario nació en el año 1961 a sus 27 años. Para su cuarta hija ella tenía 30 años y se llamó Leticia Torres Rosario la cual nació  en el hospital para el año 1964.

Altagracia sabía que estaba embarazada por su período menstrual y contaba desde el último día que había estado en regla hasta el día que realiza las cuentas para saber los meses. Durante los nueve meses Altagracia nunca fue al médico ya que no se presentó complicación alguna durante el embarazo que la comadrona no pudiera atender. Ella se cuidaba durante sus embarazos reposando en la casa y alimentándose de verduras, frutas y cosas saludables ya que no tomaba café ni comía nada salado. Dio a luz con la comadrona por la costumbre de esa época y porque se consideraba una mujer fuerte y se decidió por dar a luz en su casa además de que no contaba con los recursos necesarios.

Cuando llegaba la fecha de parir el esposo de Altagracia llamado Alfredo Torres iba a buscar a la comadrona rápidamente y no se tardaba ya que vivía a cinco minutos de ellos. La comadrona llegaba caminando a la casa de Altagracia. La mamá de Altagracia era comadrona pero no la asistió en sus partos ya que vivían muy retiradas una de la otra. El día de cada parto la comadrona la examinaba sobándole la barriga para saber en qué posición se encontraba el bebé. Si sentía que estaba alto se iba la comadrona y volvía al otro día hasta que se encontrara en la posición correcta. La comadrona utilizaba tijeras, gasas, esparadrapos y paños a la hora de asistirla en el parto.

Todos sus partos fueron de muchas horas como de cinco a seis horas. Para que el bebé bajara le daban cáscaras de ajo morado, té de jengibre, café bien caliente y caldo de gallina. Cuando finalmente daba a luz le cortaban el ombligo y lo bañaban en las poncheras que compraban y lo vestían con las cotitas, zapatitos y gorritos que le preparaban. En el ombligo le untaban aceite de palo y le ponían los fajos para que no se le brotara. Cuando daba a luz las personas que les cuidaban a sus otros hijos era su madre o sus hermanas.

Después que daba a luz le daban de comer arroz con habichuelas o sopa de gallina para que recuperara fuerzas. En el primer parto estuvo en cama de seis a siete días. En los otros partos estuvo en cama de tres a cuatro días. La comadrona regresaba después del día del parto en una o en dos ocasiones para chequearle el ombligo al bebé para ver si estaba cerrando bien. Le pagan a la comadrona con gallinas, cerdos o verduras. Altagracia decidió trabajar cuando sus hijos estuvieron grandes para así estar siempre con ellos y poder cuidarlos.

Su esposo la ayudaba con sus hijos pero los deberes de la casa los tenía que hacer ella. Para ese tiempo al esposo no le importaba si se sentía mal o si estaba en regla tenía que cumplirle como mujer. Él era muy trabajador y siempre buscaba lo que fuera para que no les faltara nada. Un día tuvieron un problema y fue que el esposo sentado en el sillón le dijo que le limpiara los pies y ella lo miró bien mal y se le planteó bien fuerte y le dijo que sí lo iba hacer pero cuando estuviera viejo y en una cama. Él lo respetó y desde ese día no tuvieron más desacuerdos.

A Altagracia no se le hizo fácil cuidar a sus hijos ya que los primeros tres fueron seguidos y  cada uno necesitaba mucho cuidado. Además de que su esposo Alfredo tuvo que buscar trabajo en todos los lugares posibles para poder mantener a su familia. Ellos eran una familia de extremada pobreza y le dan gracias a Dios que de lo poco que tenían eran una familia feliz.

Al día de hoy Altagracia tiene 80 años y su esposo falleció en el 2004, hace 10 años. Ella vive en la misma casa en donde vio nacer y crecer a sus hijos. A pesar de su edad ella continua trabajando en la tierra, talando, criando animales y consumiendo de las cosas que siembra. Altagracia no ha perdido sus costumbres ya que hace las mismas cosas que en años atrás para sentirse útil y todavía se considera una mujer fuerte. De sus cuatro hijos Alfredo que es Contratista al separarse de su esposa ha decidido acompañarla en algunas noches. Su hija Carmen Rosa construyó una casa en la terraza de la casa de su mamá para estar más cerca de ella y atenderla en todo lo que necesite. Leticia se casó y se fue a vivir a los Estados Unidos con su esposo e hijos. María de los Ángeles está en Pensilvania ayudando a la hija con su nieta. Altagracia está muy orgullosa de la familia que construyó junto a su esposo Alfredo ya que en la pobreza en que vivieron los pudo sacar hacia adelante y convertirlos en personas de bien.   

VOLVER