La comadrona se comunicó con el doctor y este le indicó que su paciente no estaba para parto ese día, a lo que la comadrona decidió atenderla ya que Brunilda tenía deseos de dar a luz. Carmen en ese momento le consultó a la paciente que si tenía deseos de pujar que lo hiciera. Utilizó diferentes instrumentos para poder realizar este parto, como: clanes de ombligo, tijera de ombligo, agua estéril, Betadaine, tijera de episiotomía y un vaso para jeringuilla de diez para infiltrar el clan de ombligo. Todo se realizó en campo estéril y fue manipulado para que no tuviera laceración. Al salir el bebé, la comadrona le cortó el ombligo, lo curó, le echó gotas, lo pesó, le midió la cabeza, lo midió de largo, lo puso en el calentador y luego volvió a donde se encontraba la paciente para removerle la placenta. El bebé fue llevado al nursery donde diariamente era atendido. A la paciente cada quince minutos se le visitaba para darle masaje en el útero. Brunilda estuvo en observación tres días en el hospital, donde también la alimentaban y a su tercer día fue dada de alta.