Esos que recuerdan el pasado como el tesoro más preciado
Por: Natalie Salas Cardona

Como requisito del curso de historia de Puerto Rico tuvimos que realizar una entrevista  y recuperar la historia oral de un puente de Utuado. El pueblo de Utuado está  ubicado en las montañas y  existen  una inmensa cantidad de puentes que tiene muchos ríos y quebradas. Los puentes son la forma de llegar de un lugar a otro. En el pasado no existían tantos como hoy
día y las personas tenían que cruzar ríos para poder llegar a su destino. Tuve la oportunidad de entrevistar a un residente de Utuado para que me hablara sobre la historia y anécdotas de su vida con relación al puente.

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Mi entrevistado es residente de Utuado, se llama Ramón Vargas, tiene  alrededor de unos 79 años de vida y vive en  Caonillas abajo.  El señor Vargas me habló sobre el puente llamado El Limón, nombrado de esta manera debido a que se encuentra localizado en el barrio del mismo nombre. Más aun,  por el puente El Limón pasa el río que baja del sector La Ceiba y el río Jayuya. Dicho puente ya estaba construido desde que el señor Vargas tiene memoria y él desconoce al creador del puente .Según sus recuerdos cuando  tenía alrededor de unos ocho años las personas del barrio estaban atemorizadas de pasar por El limón. Él que vivía a pocos minutos del puente siempre escuchaba decir a sus tíos y primos que el puente estaba embrujado.

Como el señor Vargas siempre escuchada decir esas cosas un día le preguntó a su padre por qué decían eso del puente ya que se rumoraba que después de las seis de la tarde se escuchaban los jueyes arrastrando cadenas y algunos gritos extraños. En las las mañanas, el señor Vargas y sus primos disfrutaban de jugar en el río. Me cuenta que estaban un día en el río y que por el camino donde ellos bajaban para bañarse habían algunas velas en el suelo. Ellos las recogieron, las partieron en pedazos y las lanzaron al río. Por supuesto, él dice que nunca creyó en nada de esos rumores aunque solo era un niño.

En cambio, también decían que debajo del puente había un entierro, algún tipo de tesoro que don Pancho Vélez había desenterrado. El barrio pensaba que él había encontrado el tesoro debido a que era muy pobre y solo tenía un colmado. De la noche a la mañana el  señor Vélez se compró muchas cosas y abrió un local de almacenes en el pueblo de Utuado y en  otros pueblos como Arecibo. Por esa razón, se cree que lo del tesoro fue una realidad.

Por otra parte, Ramón también me comentó que sabía un poco acerca de la represa Caonillas, barrio donde actualmente vive. Fue construida alrededor del 1948 y su padre trabajó en la construcción de la represa. La construcción se tardó alrededor de  siete  a ocho  años. Ramón  tenía alrededor de unos trece años de edad  cuando la represa fue terminada.

Para concluir,  la historia oral es magnífica ya que es algo distinto que no está en los libros sino en  la mente y los corazones  de aquellos que recuerdan  el  pasado como el tesoro más preciado. Ramón Vargas, me llevó  al pasado con los distintos acontecimientos que me contó, además de los puentes. Cada cual  tiene una historia distinta  que contar debido a que todos vivimos momentos distintos y en épocas diferentes. Realizar la investigación de los puentes de Utuado, me sirvió para darme cuenta de que incluso sus propios residentes desconocen su historia. Son muy poca las personas que saben , recuerdan las historias y anécdotas, pero para eso es la historia oral para que aquellas personas que conozcan algo del pasado lo puedan expresar de forma oral y así dejar un legado a través de las generaciones.

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