Introducción

En una conversación con el historiador utuadeño, Edgardo Ramírez, me dijo: “El tema de los puentes podría parecer trivial, pero en la historia de Utuado es súper importante considerando todos los ríos y quebradas que hay en la región. En el siglo XIX había problemas de comunicación porque había que cruzar 33 ríos, probablemente quebradas, para llegar al pueblo.” Si a todo esto le añadimos que en el casco urbano de Utuado convergen dos ríos muy importantes que son el Río Grande de Arecibo y el Río Viví, podemos entender la necesidad que tuvo este pueblo de construir puentes. Como si fuera poco, debido a que el pueblo de Utuado está en la región montañosa de Puerto Rico existen numerosos cuerpos de aguas.

El pueblo de Utuado es inmenso. De hecho, tenemos estudiantes en la UPR de Utuado que viven en barrios del mismo pueblo y les toma hasta 45 minutos llegar al recinto. Hoy día tenemos carreteras pero, ¿se imaginan como llegarían al pueblo a principio del siglo XX? Tenían que cruzar ríos y quebradas para poder llegar. Utuado tuvo varios puentes hamacas que hoy no existen pero que en aquella época eran esenciales para salir de los barrios ya que no habían carreteras. Interesantemente, en el casco urbano hay puentes para cruzar de una calle a la otra.

Es por todo ello que le pedí a mis estudiantes que entrevistaran  personas que hayan vivido cerca de estos puentes. Las estructuras no hablan, pero las historias, leyendas y anécdotas de estos puentes están en las memorias de los habitantes del pueblo de Utuado.

Agradezco el interés que pusieron los estudiantes en este trabajo de investigación y a los entrevistados y a las entrevistadas por sus recuerdos. Estas historias, contadas por las personas que utilizaban estos puentes, son importantes porque contribuyen a humanizar la historia oficial del pueblo de Utuado e incluso la de Puerto Rico.

Como siempre a mi cómplice en estos proyectos, la artista gráfico, Mercedes Rivera, ¡gracias!

Sandra A. Enríquez Seiders

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