Un puente sobre el Río Criminal
Por: Deborah M. Ortiz Colón

Tuve la oportunidad de entrevistar a Doña Fela y a su hijo José, quienes son mis vecinos desde hace 11 años, pero vivieron toda su vida en Utuado. Doña Fela es una señora mayor llena de amor por sus vecinos y es de estas doñitas que nos vela cuando salimos para darnos la bendición. Aunque vivió toda su vida en Utuado, llegó a Arecibo tras la pérdida de su esposo y decide tomar un nuevo lugar para comenzar una nueva vida junto a su hijo. Doña Fela es madre de 16 hijos y cuenta con aproximadamente 26 nietos y otra lista larga de bisnietos. Estando allí en su hogar llegaron algunos familiares y vecinos de ella en Utuado a visitarle y estuvieron muy felices en colaborar con mi entrevista y hasta se quedaron hablando de anécdotas de su niñez. Ellos comentaban sobre muchos puentes cercanos, pero el más que les llegaba a su memoria era el Puente de Girao. Este puente les traía muchas memorias, ya que quedaba muy cerca de su humilde hogar. El mismo se encuentra en el barrio el Corcho en Utuado. Era muy popular porque se decía que la mitad del puente es parte de Utuado y la otra mitad es parte de Lares.

Por este puente pasa un río, conocido como el Río Criminal. No se sabe con claridad por qué se le llama así, pero se dice que han encontrado algunos cadáveres cerca ya sea que los haya traído la corriente o hayan sido dejados allí. En el libro Ángeles: su entorno su historia y su gente, su autor Ángel Vélez Cruz señala que, originalmente, este barrio se llamaba Hato de Criminales. La colindancia hacia el oeste, donde empezaban los terrenos que pertenecían a Lares, la formaba el Río Criminales. De acuerdo con la historia oral del Barrio, en una ocasión en la que el Obispo Gil de Esteves visitó la comunidad para la confirmación de niños en la fe católica, escuchó la gente diciendo que el barrio se llamaba Criminales. El obispo Esteves se consternó en gran manera porque siendo esta gente tan buena y tan educada no podían vivir en un barrio que se llamara Criminales. De ese momento en adelante la comarca se llamaría Barrio de los Ángeles.

Este puente ha estado muy presente en la memoria de mis entrevistados.  Ellos cuentan que este puente debería tener un poco más de 100 años. Lleva el nombre de Girao, porque todos los terrenos que están cerca de este puente pertenecen a la familia Girao y todos los que viven cerca son parte o descendientes de esta familia. No se recuerdan muchas leyendas de esta área, pero recuerdan que han acontecido muchos accidentes automovilísticos y como dato curioso, cada vez que hay un accidente llegan policías de Utuado y Lares y hay que investigar a qué pueblo pertenece el accidente. Chepo comentaba que el puente era más de Lares que de Utuado, ya que para llegar a Lares sólo tomaba de 10-15 minutos y para llegar al pueblo de Utuado casi tomaba 30 minutos. Chepo y su hermano, quien estaba allí compartiendo junto a la familia, recordaban que de niños mucha gente contaba que escuchaban una señora llorando y gritando para pedir ayuda y cuando la gente bajaba al río o se acercaban al puente buscando quién era la que gritaba, pero no había nadie. Ya casi cuando terminábamos la entrevista Doña Fela recordó que en una ocasión una señora se ahogó en el río y nunca la encontraron y llegamos a la conclusión de que podía ser ella la que se escuchaba gritar.

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