“No cambiaría mucho el residencial

sino a las personas que viven aquí.”

Entrevista al Sr. EdwinLuis Guzmán Rivera

Por: Juan C. Vega Rodríguez

“Madre mía llena de vida, así te recordaré,

y siempre te mantendré abierto mi corazón.”

-Rodolfo Alfonso.

¿Quién es Edwin Luis Guzmán Rivera? De este caballero se estará hablando, de sus experiencias vividas durante sus etapas de niñez, juventud, adulta y ahora vejez. De sus motivos o situaciones que lo llevaron a vivir en un residencial público. Además, se hablará de su profesión, trabajos y críticas sociales las cuales hace. También sobre cuáles son sus sentimientos por el residencial, sus deseos de superación y sobre el amor que llego a sentir por su madre.

foto1

Edwin Luis Guzmán Rivera tiene 65 años de edad y nace en Morovis, Puerto Rico, el 6 de marzo de 1948. Es un electricista y estuvo en la guardia nacional y en el ejército estadounidense. Pasó toda su infancia en la barriada Santo Domingo en Morovis hasta los 14 años de edad. Luego en febrero 17 de 1963 a la madre le otorgan un apartamento en el residencial Riverdo Tomás M Sorolla en Morovis y ahí pasa toda su juventud. Este residencial se comenzó a construir en 1960 y comenzaron a entregar los apartamentos en 1963. A este residencial llegaron entre 6 a 7 familias las cuales provenían de diferentes barriadas. Los apartamentos eran distribuidos dependiendo el número de miembros que tenía la familia. Había apartamentos para una persona sola, como también había para familias de 2 a 5 personas.

La renta era accesible para estas personas las cuales pagaban alrededor de $20 a $29 dólares. Como eran pocas las familias que vivían en este residencial, el lugar era tranquilo y mi entrevistado asegura que era mejor. Todo comenzó a cambiar para la década de los 80. Muchos jóvenes estudiaban, se hacían profesionales y se iban.

Debido a esto comenzaron a traer gente de otros pueblos y a expandir el residencial. Luego se produjo la “masacre del residencial “como lo cataloga el señor Guzmán, que fue la privatización de los residenciales impuesto por el exgobernador Pedro Rosselló. Con la privatización el costo que se pagaba por los apartamentos subió consideradamente. Las familias se vieron perjudicadas y tuvieron que pagar casi 5 veces más de lo que pagaban antes de la privatización.

foto15

En la actualidad el señor Guzmán tiene ingresos de $967 dólares al mes de los cuales tiene que pagar en renta $254 dólares. Otros motivos por los cual se quiere ir de este residencial es por los problemas de drogas, escándalos de día y noche y por la falta de consideración y respeto que se ha perdido. El señor Guzmán alega que todas las personas que están llegando a vivir al residencial son provenientes de pueblos del área metro. Él dice que los traen buscándole áreas tranquilas para vivir. Dice que lo único que le motivaba a quedarse en el residencial era para cuidar a su madre debido a que todas sus amistades cercanas se fueron en busca de un lugar mejor.

El señor Guzmán es electricista aunque hoy en día no tiene licencia y esa es la razón por lo cual no ejerce esa profesión. A los 24 años ingreso al ejército, estuvo 5 años y lo dejó debido a que su madre se enfermó y la vino a cuidar. Luego de estar años cuidando a su madre decidió ingresar a la guardia nacional en la cual estuvo 15 años y medio pero lo dejó porque su madre volvió a enfermarse. Solo le faltaban 5 años para poder retirarse. Mientras esto sucedía el decidió pedir trabajo de mantenimiento en el residencial pero le dicen que no podía trabajar debido a que el vive en el mismo y las personas que viven en el residencial no pueden trabajar ahí mismo.

Debido a esto ejerce de mecánico en el mismo residencial para poder obtener unos ingresos extras para poder darle una mejor vida a su madre de 98 que está gravemente enferma.

Sobre las críticas sociales que hace referencia se encuentra la discriminación por ser de un residencial. Él dice: “no sé por qué me miran mal en algunos sitios como si yo no perteneciera a este lugar.” Otra critica que hace es a la juventud en la que dice: “estos chamaquitos que se pasan aquí la mayoría están perdidos no les importa nada, solo unos pocos son los buenos y esos son los que se van.” También critica la droga, la falta de respeto, la desconsideración y la falta de valores de la gente que está llegando a vivir al residencial.

Debido a esto me da curiosidad con preguntarle por qué con todos estos problemas que hay en el residencial todavía sigue aquí, que es lo que cambiaría si tuviera el poder, si pudiera mudarse a donde se iría y cuáles son sus mejores y peores recuerdos de este residencial. Al preguntarle porque todavía sigue aquí me contestó: “solo tengo una razón para estar aquí y esa ha sido la razón que durante años he estado dejando los trabajos y por las cuales he dejado muchas cosas, esa razón es mi vieja porque desde pequeño ella fue la única que se preocupó por mí y ahora me toca a mí devolverle todo lo que ella se sacrificó por mí.” A los cambios que haría me dijo: “no cambiaría mucho el residencial sino a las personas y traería a gente que fuera considerada y que respetara y sacaría a todos esos drogadictos que no hacen nada más que fastidiar.” Si pudiera mudarse a otro lugar me contestó: “me iría lejos de aquí pero me quedaría en el campo donde hay tranquilidad, ni gente como la que hay aquí.”

Sus mejores recuerdos son todos los años que pasó de la juventud en este residencial donde todos sus amigos y conocidos ya se fueron porque estudiaron o se fueron a vivir a un lugar mejor. También que extraña aquella época porque a pesar de que eran bien pobres se vivía bien y en tranquilidad y no como ahora que ya no puede ni salir. Sus peores recuerdos han sido ver como se ha dañado el residencial, ver que nadie hace nada por sacar a los jóvenes de las drogas y ver como estos se pasan faltándole el respeto a cualquier persona.

Ahora el tesoro más preciado e importante para el señor Guzmán, su madre. A lo largo de la vida el señor Guzmán ha tenido que dejar varios trabajos para poder dedicarse al cuidado de su madre. La segunda vez que nos reunimos, su madre había fallecido a los 98 años de edad. Pero su actitud era la de una persona satisfecha. Me dijo: “ya que mi vieja se ha ido solo tengo una salida y es empezar desde cero otra vez.”

VOLVER