Doña María vive en el residencial Antonio Márquez Arbona en Arecibo y lleva residiendo allí 34 años. Este residencial fue construido hace aproximadamente 50 años. Es pequeño y muy bonito por las mejoras que ha tenido. Antes de vivir en el residencial ella vivía en Bo. Obrero de Arecibo. Allí vivió su niñez, luego se casó y se mudó al residencial con su familia que se componía de su esposo e hijas (3) que en total eran 5 personas. En el residencial cada unidad constaba de diferentes apartamentos desde un dormitorio hasta 5 dormitorios. María tenía renta negativa ya que era y es ama de casa. No obstante en el residencial sus primeros años fueron mejores ya que había menos violencia y criminalidad. Ella y sus hijas continuaron viviendo allí hasta independizarse. Hoy en día todas son profesionales. María encuentra que hay diferencias en el residencial después de la privatización. Por ejemplo, las reparaciones en los apartamentos eran por cuenta del administrador, ahora muchas de ellas son por cuenta del residente. El servicio comunitario no es el mismo, antes había dispensarios con enfermos y ya no tienen ese servicio. Para María no hay experiencias diferentes con el programa para los residenciales públicos del ex gobernador Roselló. De hecho María dice: “mis experiencias con los gobernadores desde Roselló para aca, to’o ha sido lo mismo no han podi’o bregar en la droga, en los caserios ni con la criminalidad; todos son iguales, ¡todo es política!”. El mayor peligro del residente en esta comunidad, de acuerdo con mi entrevistada, son los puntos de droga y lamentablemente la mayoría son jóvenes y hasta niños.