“Para una buena cosecha tiene que haber deseo y tener amor por la tierra”
Por: Jomar J. Irizarry Maldonado |
Edwin Bermúdez Colón es un agricultor que lleva alrededor de 60 a 68 años en la agricultura. Ha aprendido del legado de su padre y abuelo que también fueron agricultores. Siembra café, ñame, plátano y china. A veces combina los productos que siembra como por ejemplo, cuando siembra china en lo que ésta crece siembra plátanos porque le da sombra y le saca provecho al terreno ya que la china se tarda mucho en producir. Si siembra ají, calabaza o pimiento lo siembra en partes separadas.
“Para una buena cosecha tiene que haber deseo y tener amor por la tierra,” dice don Edwin. “Hay que saber elegir y utilizar los fertilizantes ya que no todos son buenos e incluso son para diferentes plantaciones. No es bueno hacerlo pero hay que utilizar plaguicidas para controlar las plagas ya que daña las siembras. Es necesario tener un sistema de riego o proveerle agua para que la plantación se desarrolle un poco y un buen mantenimiento.”
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Don Edwin se deja llevar por la luna para saber en qué fecha se favorece la siembra, método que le enseñó su abuelo y el cual él aún practica. Por ejemplo, el gandul se siembra en menguante porque si no le da gusanos y la yautía se siembra en creciente. Su abuelo y su papá le decían que “todo producto que se produce bajo tierra se siembra en creciente y el producto que se produce sobre tierra en menguate.” La poda también es importante para obtener un buen cultivo, la mejor fecha para podar es en menguante y se poda de ángulo para que el agua no penetre, si lo haces en creciente la madera le da polilla y se pudre. Edwin recalca que es importante utilizar fertilizantes. De hecho, él está certificado por el Departamento de Agricultura para venenos restringidos que no se los venden a todo el mundo. Para sacar este certificado tienes que coger un adiestramiento.
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Continuó diciendo: “Aprendí el método de la composta de mi abuelo y mi papá. Para ese entonces se le decía estiércol. Se utilizaba el excremento de los murciélagos y caballos. Lo ponían a curar para luego utilizarlo ya que el abono era muy caro. Se preparaba de esta forma, se hacía lo que se llamaba tres trincheras, la primera se hace a mano derecha a diez pies de largo por diez pies de ancho a ocho pies de profundidad. El propósito de esta trinchera era recoger todo el material orgánico de la finca tales como residuos de los animales, residuos del café, la pulpa del pilado y la pulpa del despulpado. Todo eso iba a esa trinchera. Además de eso se acostumbraba a contratar niños en la finca de su propiedad y se le pagaban cinco centavos por cada lata de manteca. Hoy día se llaman pailas. Se iban por toda la zona recogiendo todas las cenizas que había de los fogones, de las hogueras y eso complementaba las trincheras. El objetivo de la segunda trinchera era que cuando la primera está bastante adelantada y en proceso de cocimiento las personas usaban palas y sacaban todo ese material de la primera trinchera y lo pasaban a la segunda para voltearla para que se cocinara bien, pues como no había máquinas para ese tiempo todo era a fuerza de pala, pico y machete. Mientras tanto la tercera trinchera estaba vacía. Cuando la primera se estaba cocinando se utilizaba la tercera para continuar echando los residuos que se iban a utilizar en la composta. También se echaban los residuos de desyerbo cuando se desyerbaban los patios. Entonces cuando utilizábamos el material de la segunda ya la tercera estaba llena y preparándose. Al vaciar la segunda ese material de la tercera se pasaba a la segunda. Esta era la que preparaba el material cuando ya iba a llevarse al campo, para este fin se utilizaban caballos.” En la finca de su papá había nueve caballos, esos caballos se utilizaban para cargar ese material y llevarlo distintos lugares de la finca donde los obreros los descargaban y lo distribuían en los ahoyados de minas.
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“Los ahoyados de minas eran muy importante. Nuestros antepasados utilizaban este sistema para fertilizar las fincas y mantenerlas con la humedad necesaria. Este consta de unas aberturas o hoyos que se hacían en la tierra con unas medidas de veinticuatro pulgadas de largo por dieciocho pulgadas de ancho y dieciocho pulgadas de profundidad. Este ahoyado se hace de un sistema que se suele llamar “tres bolillos” y es muy práctico porque recoge las aguas de diferentes direcciones. El propósito de recoger las aguas es para evitar las correntias de agua por la finca y que causen “deslaves” o sea que se lleve toda la capa vegetativa. A través de los ahoyados de mina se disminuye las corrientes y esa agua se filtra a través de estos hoyos de minas. El hoyo de mina se puede construir transversalmente o se puede construir con el sistema tres bolillos. El primero se construye a mano izquierda, luego descendemos aproximadamente ocho pies a un declive de cuarenta y cinco duodécimas y construimos el otro con las mismas medidas, hacemos el tercer hoyo al lado derecho. El primer hoyo empieza a recolectar agua y se desvía y cae en el segundo hoyo. El tercero colecta agua y la envía al segundo hoyo. Los otros hoyos tienen que ser construidos de la misma forma pero en localización opuesta para que el agua que arrastra del segundo hoyo vaya a un cuarto y éste se arrastre a un quinto y de esa forma se va perdiendo la fuerza de esa corriente de agua porque va cayendo de hoyo en hoyo. Se le llama ahoyados de mina porque eso nos mina de alimento a todas las plantaciones de materia orgánica.
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Esa materia orgánica que cae ahí nos sirve de alimento para esas plantas porque eso se va pudriendo dentro de esos hoyos de mina. También con esa humedad que conserva, la raíz se va alimentando. Hay que tener cuidado de no lastimar la raíz de ninguno de los arbustos. Si usted tiene una siembra al contorno (atravesada) con este sistema se está alimentando de forma organizada ese sembradío. Con este sistema estaríamos economizando gran parte de nuestra economía utilizando fertilizantes de un modo natural. Antes no se utilizaba fertilizante, se fertilizaba a través de material orgánico. Eran productos sanos, puros sin nada de químicos. Se usaba todo este material orgánico que se desprende de los árboles, sus hojas, sus ramas secas etc. todo esto se solía hacer manualmente. Todo ese pasto se colocaba en surcos en la parte superior de las plantaciones. Esta técnica se le llama agricultura sustentable que significa que vas a economizar con lo mismo que has preparado para mantener esa siembra,” terminó narrando mi entrevistado.
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Como todo un científico, don Edwin dio riendas sueltas a sus conocimientos. Continuó: “Otro método en donde también se utilizaba el material orgánico era la técnica de montones. Para ésta se hacen como pirámides con los montículos de material orgánico, en donde luego de hecha se espera un poco de tiempo para que ella misma se vaya convirtiendo en composta (abono orgánico). Por ejemplo, cultivamos una siembra de maíz y la mata que queda se repica y se va haciendo en montones. Unos pueden ser paralelos, verticales pero la importancia es que no sean muy separadas unos de los otros para que tenga la oportunidad de si viene lluvia en exceso uno con otro se protejan y evita que el producto se lo lleven las correntias. Si los tienes muy separados esas corrientes se los lleva. Mucha gente suele llamarle montón a la técnica del surcado lo cual es incorrecto ya que ambos son diferentes, el surcado es la forma de preparar el terreno para sembrar. Para el surcado se hace cada seis a ocho pies un carril que lleve por lo menos doce a quince pulgadas de elevación, sobre ese carril que viene siendo un montón de tierra a lo largo o a lo ancho que es donde se cultiva. El fondo es para controlar y servir de drenaje en caso de exceso de lluvia y controlar las corrientes fuertes y mantener la humedad. Muchas personas suelen cultivar en el fondo pero es erróneo. Esto puede causar un derrumbe de la raíz. Si tú cultivas en el surco de arriba, ese producto se va a nutrir. Es mejor para controlar las plagas porque si la dejas en el fondo va a tener una humedad constante que no va a ser fácil controlarla. Por eso nosotros tenemos que hacer que los cultivos vallan a cierta elevación para protegerlos. El montón es residuo que uno aglomera para alimentar la siembra. Pero no es tan bueno como los ahoyados de mina porque Éste nutre permanentemente y el del montón está ahí por cierto tiempo.”
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“La técnica de terraza es algo muy importante y se ha realizado en distintos países por muchas décadas. En muchos lugares se malinterpreta lo que es una terraza permanente y una terraza provisional. En Puerto Rico la industria del café para la década del cincuenta o a fines del cuarenta empezó este programa de terraza provisional para sus cultivos. Fue un grave daño, tal vez con buena intención, de proveer un lugar en las fincas empinadas donde el recogedor de café pudiese pararse firmemente. Pero en la forma en que se realizó el proyecto fue perjudicial para el cultivo del café. El arbusto de café contaba con ramas de seis, ocho y nueve pies laterales y con raíces de cinco, seis y siete pies o más. El proyecto se basaba en proveer un terraplén al frente del arbusto de café. Esa terraza se hacía desde el tronco hasta tres pies de distancia, por lo tanto las raíces del café eran destruidas y por ende estábamos destruyendo el arbusto de café ya que por las raíces es que se alimenta la planta. El otro sistema de tarraza que es la tersa permanente y quiere decir que si tenemos una finca empinada con un declive pronunciado podemos hacer un sistema que aparenta ser un camino. Para esto debe utilizar un ‘bulldozer’ pequeño para que no destruya mucho terreno. Todo depende de la topografía del terreno. En la montaña, la mayor parte del terreno es empinado, y se sugiere que se trabaje al contorno. Esta terraza permanente se fabrica al contorno, cortamos esa terraza a todo lo largo de la finca, y ese espacio nos va a quedar completamente llano. Ahí se puede cultivar lo que usted desee ejemplo: café, plátano, frutas o vegetales. Primero se corta el terreno y luego se siembran los cultivos. Usted deja un callejón o un espacio de veinte pies de ancho. Con este sistema por más inclinada que sea la finca trabajara en un terreno llano. Se debe empezar de la parte inferior o sea de la parte baja a la parte alta. De esta manera, cuando realice la segunda terraza va a caer en la primera y así sucesivamente y no se pierde el terreno. Entonces usted retorna y replanta toda esa tierra que está en exceso. Esa tierra queda plana y se presta a usted para cultivar con más facilidad porque es terreno blando. En el espacio que se deja de veinte pies se le siembra los productos que desee,” señaló don Edwin.
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Es lamentable que en el día de hoy muchos agricultores no conozcan estas técnicas que se utilizaban antes. Estos métodos producían productos sanos y hoy día por estar utilizando muchos químicos, fertilizantes y plaguicidas nos estamos envenenando al ingerir los alimentos. La población de hoy día tiene un rango de vida menor que las antepasadas, y como consecuencia, estamos viendo un aumento en diferentes tipos de cáncer, entre otras enfermedades. Se debería de volver a implementar estos tipos de técnicas ya que son más económicos para el agricultor y más saludable para el consumidor, lo que resultaría beneficioso para ambos. Pero, estos métodos requieren mucho tiempo y trabajo para el agricultor por lo cual prefieren utilizar los métodos de hoy día, que aunque no son los más sanos son los menos trabajosos.
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