Aida Santiago y sus recuerdos del huracán San Ciprián

Entrevista a la Sra Aida Santiago

Por: Raiza Annette Garcia Rosario

Mucha lluvia, mal rato, inquietud e inundaciones es lo más que recuerda la señora Aida Santiago cuando el huracán San Ciprián pasó por su casa en el Barrio Llano de Aibonito en el 1932. Como vivía en el campo la comunicación era pobre. No tenían televisión, ni radio. Una guagua pasaba por el pueblo anunciando la venida del un huracán para que se prepararan. La señora Santiago sólo tenía 18 años y al día de hoy todavía las lluvias fuertes le dan miedo. El lugar de refugio era un tipo de casas pegadas a la tierra las cuales llamaban rancheras. Su casa era de madera y “zinc” la cual, luego del paso del huracán quedó casi destrozada.

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El techo se calló, la casa se viró, las ventanas se rompieron y la agricultura se perdió. La ayuda del gobierno no apareció. La Familia Santiago, luego del paso del huracán, contaba con un negocio de comida y bebida cerca de su casa. La reconstrucción de la casa tomó aproximadamente dos meses, entre la recaudación del dinero y la mano de obra para la misma. Por otro lado, para la venida del huracán Santa Clara ya vivían en la ciudad. Para éste, la señora Santiago ya tenía 42 años y vivía en la casa con sus hijos. Santa Clara no fue tan fuerte como lo fue San Ciprián, ya que su casa era más fuerte, era de cemento. A pesar de su seguridad, el miedo nunca faltó. Los huertos que tenía en su casa se perdieron. Pero, gracias a la tecnología a la hora de la venida de un huracán se enteraba por la radio y tenían mucho más tiempo para obtener alimentos enlatados y cualquier otra cosa. Por la seguridad de la casa el paso de este huracán no afectó tanto. Sólo fue la lluvia que causó molestia y unos días sin agua potable y con el uso de linternas se alumbraban. Poco a poco, con el pasar del tiempo, la tecnología ha avanzado más, igual que la seguridad. Cada año que pasa se siente más segura y confiada.

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