El Temporal

Entrevista a la Sra. Antonia Salgado

Por: Orializ Rivera Salgado

Durante los últimos siglos Puerto Rico ha sido escenario de varios desastres naturales que han afectado nuestra isla. Entre estos desastres se encuentran los deslizamientos de tierra, terremotos y los de mayor frecuencia, los huracanes y tormentas tropicales. Huracanes como San Felipe, San Ciprián y más recientemente George, han sido algunos de los más importantes en la historia de Puerto Rico. Estos huracanes han afectado la agricultura, la infraestructura y el ritmo de vida del país. El huracán San Felipe de 1928 ha sido el más grande y desastroso que ha pasado por la isla dejando a su paso 312 personas muertas y 50 millones de dólares en pérdida materiales. Para esta fecha los isleños que habitaban en Puerto Rico no tenían a su alcance las mismas oportunidades que ahora disfrutamos, especialmente en las zonas rurales. Los medios de comunicación no eran tan efectivos y rápidos como los actuales y muchos puertorriqueños de esa época no tuvieron conocimiento de que se acercaba un evento tan importante hasta que fue demasiado tarde. Todavía quedan personas que vivieron esta nefasta experiencia. Yo tuve el gran privilegio de entrevistar a uno de ellos y que de sus labios saliera su propia versión de la historia. En este ensayo les brindaré la información obtenida de esta asombrosa historia oral.

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Como mencioné, han sido varios los desastres naturales que han afectado esta pequeña isla provocando daños materiales, emocionales y aun hasta la muerte de los pobladores de la misma. Uno de los primeros desastre naturales documentado en el siglo pasado lo fue el terremoto San Fermín, que ha sido uno de los más conocidos durante estos últimos siglos, ya que el mismo ocasionó un maremoto en las costas de Puerto Rico y además fue el único terremoto durante ese siglo. Otro desastre natural ocurrido en esta isla lo fue el gran deslizamiento de tierra ocurrido en Mameyes de Ponce 7 de octubre de 1985 que ocasionó daños materiales y además trajo consigo muertes. Además de esos dos desastres naturales mencionados han pasados varios huracanes ya que nuestra isla por su posición es vulnerable para los mismos. Desde los 1900 han pasado siete huracanes importantes que han tenido impacto directo en la isla de Puerto Rico. Entre los huracanes más conocidos lo es el huracán Santa Clara, que afectó la isla el 11 de agosto de 1956, de categoría 2 y ocasionó daños. Su entrada fue por Maunabo y su salida por Arecibo y estuvo azotando la isla de Puerto Rico durante horas de la tarde. Otro huracán muy reconocido lo fue el huracán George. Este azotó la isla un 21 de septiembre del año 1998. El huracán George es más recordado en nuestra época ya que fue el último huracán que pasó por la isla en el siglo XX. Este huracán ocasiono daños a la agricultura del país además a las casa de los pobladores de la isla. George entró a la isla por los pueblos de Yauco y Humacao y salió de Puerto Rico por el Canal de la Mona, después de azotar a la isla con sus vientos de categoría 3. Un gran beneficio que tuvieron los pobladores de Puerto Rico en esta fecha que no tuvieron los de principios de siglo fue la ayuda conocida como FEMA. Este beneficio fue el que ayudó a Puerto Rico a levantarse nuevamente después del huracán George, ya que gracias a ella muchos de los pobladores que lo habían perdido todo lograron reconstruir sus casas, sus fincas y comprar cosas de primera necesidad que perdieron por este huracán. Además de estos dos huracanes mencionados el huracán San Felipe fue uno de los más desastrosos en la historia de Puerto Rico.

A comienzos del siglo XX Puerto Rico fue devastado por un gran huracán que ya nadie recuerda ni habla de él, tan solo una minoría de pobladores de la isla que vivieron en carne propia la devastación del huracán San Felipe. El huracán San Felipe toco tierras de Puerto Rico el 13 de septiembre de 1928 entró por el sureste siendo de categoría 5 y luego de azotar la isla por 8 horas salió por el pueblo de Aguadilla destruyendo todo a su paso. Una de las personas que todavía vive y puede contar esta experiencia vivida en carne propia lo es Antonia Salgado cariñosamente conocida como “Toñita”. Ella nació el 20 de diciembre de 1915 y a sus 97 años de edad me contó claramente su versión de la historia que no ha sido documentada. Toñita vivía en el barrio Tetuan III, una zona rural de Utuado junto a sus padres, 12 hermanas y 2 hermanos. En el momento del huracán San Felipe solo tenía doce años de edad. No había luz, ni radio, ni tampoco teléfono. Toñita tenía ciertos privilegios que no compartían sus vecinos ya que su papá tenía una “tiendita”, aunque tampoco eran de los ricos del pueblo. Ella cuenta que cuando su familia se entera del huracán San Felipe ya era la mañana del 28 de septiembre de 1928 y el azote del huracán comenzó a las primeras horas de la tarde. Su familia buscó refugio en la “tiendita” de su padre. Durante el azote, Toñita recuerda que la lluvia y el viento era mucho y que duraron toda la noche hasta el día siguiente. Su padre, luego que cesaron los vientos y la lluvia, abrió la puerta de la tienda y cuando salió afuera llamó a su familia para que vieran como había quedado todo en el paso del huracán. Cuando ella salió afuera observó que toda la vegetación fue destruida por los vientos y ni las gallinas se veían en el área, tan solo unas aves grandes que ella nunca había visto que se podían ver volando por el área. En su narración Toñita comparó el huracán San Felipe con el huracán Santa Clara, que fue otro huracán importante en la historia de nuestro país, pero mencionó que los daños ocasionados por este último no fueron nada comparándolos con los ocasionados por San Felipe. Ella también hablaba de los ríos y quebradas que por tanta lluvia se salieron de su cauce por varios días. En fin según podemos deducir de su narración que el paso del huracán San Felipe fue desastroso.

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En las primeras décadas del siglo pasado en Puerto Rico eran escasos los medios de comunicación y era una minoría de la población puertorriqueña la que podía adquirir alguno de ellos. Los medios de comunicación que existían para la época de los 1900 lo era el periódico, la radio, los teléfonos y a mediados de siglo la televisión. De éstos el más utilizado lo fue el periódico. A muchos pobladores se le hacía difícil el obtener alguno de estos medios de comunicación, así que no se enteraban muchos pobladores de lo que pasaba a su alrededor. Muchos se enteraban de lo que sucedía cuando les tocaba enfrentarlo en carne propia. La familia de Toñita tuvo la oportunidad de enterarse el mismo día por la mañana, no porque tenían en su casa algún medio de comunicación, sino porque su papá estaba en el pueblo de Jayuya y logró escuchar de los mismos vecinos que venía para Puerto Rico el devastador huracán San Felipe y mandó a su familia a preparar la comida temprano.

Toñita cuenta que luego del huracán comenzaron a pasar hambre, la tiendita donde se refugiaron no tenía prácticamente nada de comida, como ella dice “ no estaba surtida” y la vegetación estaba destruida, así que no tenían ni siquiera que comer. Ella comenta que se comían los “guineos flacos” y malangas que a duras penas podían conseguir. Su papá, Juan Bautista Salgado, le daba dinero a un primo hermano llamado Manuel Salgado para que éste le comprara la comida a su familia .Ella comenta que su casa y las casas de sus vecinos no sufrieron prácticamente daño y que estaban en pie la mayoría a pesar de la lluvia y el viento a causa del huracán San Felipe. El gobernador para ese entonces lo era Horance Mann Towner y el gobierno de Puerto Rico no le ofreció ninguna ayuda a la familia de Toñita. Después del huracán San Felipe, restablecer la vida en los pueblos, en las ciudades, en fin en la Isla de Puerto Rico no fue fácil, llevó mucho esfuerzo y sacrificio de la familias para poder echar nuevamente hacia adelante. La familia de Toñita fue un vivo ejemplo de lo que tuvieron que hacer estas familias para poder seguir viviendo. Juan Bautista Salgado, tuvo que dejar a su familia sola por un tiempo para ir a trabajar a San Juan y quedarse en casa de una hermana llamada Lea Salgado para así poder darle el sustento a su familia completa.

A veces nos quejamos por las cosas que tenemos que enfrentar actualmente como individuo o como país. Tenemos que agradecer que desde el huracán George no hemos tenido que pasar por ningún huracán y con todo y eso no fue un huracán desastroso como otros en el siglo pasado. Pero lo que no analizamos es que las personas que vivieron en el siglo pasado, que muchos eran nuestros abuelos o bisabuelos si las tuvieron que pasar. Estas personas que tuvieron que pasar estas situaciones no tenían ni las oportunidades, ni los recursos que nosotros tenemos hoy en día. La mayoría de ellos dependían de los productos de la tierra para poder sobrevivir y muchos de estos devastadores huracanes destruían por completo todos estos productos, como fue el huracán San Felipe. A pesar de que estos huracanes a su paso destruían las “casitas” y lo poco que tenían estas personas para luchar el día a día, ellos estaban dispuestos a lo que fuera para poder mantener a sus familias, ya fuera el tener que caminar a pie largas distancias para trabajar, o el tener que ir a pueblos lejanos a buscar el sustento tan necesario para volver a rehacer sus vidas. Aun viendo todas estas cosas nosotros los que vivimos en este siglo XXI nos quejamos por cualquier cosa que nos pase, estamos tan acostumbrados a tenerlo todo, que ya no queremos pasar un poco de trabajo para echar adelante. Pero las familias que enfrentaron todas estas situaciones hacían lo que tuvieran que hacer para que aun hasta sus vecinos estuvieran bien y de lo poco que tenían de eso daban para que todos pudieran prosperar. Te pregunto, ¿qué sería de nosotros si llegara el temporal?

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