San Lorenzo amarra el perro y suelta el viento.”

Entrevista a la Sra. Adelina García

Por: Chris A. Díaz Díaz

Para mí trabajo tuve la oportunidad de entrevistar a la Sra. Adelina García, puertorriqueña nacida en Villalba en 16 de octubre de 1930. La entrevista la llevó a recordar unos sucesos vividos, y otros contados, por ella y su familia cuando era niña. El tema fue sobre los huracanes, específicamente Santa Clara y San Ciprián y como eso afectó a la Isla y a las personas en aquellos tiempos oscuros.

Adelina solo era una niña cuando Santa Clara azotó la Isla. Contó que veía como los fuertes vientos tiraban los troncos de las palmas de lado a lado, aun agarrados del suelo. Los vientos eran tan fuertes que los troncos llegaban al suelo. Ella contaba que para ella eso era lo más divertido ver, pero claro, solo era una niña. Su abuela la regañaba y decía una cosas como “San Lorenzo amarra el perro y suelta el viento.” También prendía ramas de palma bendita para que la tormenta pasara y no hiciera daño. Observaba la lluvia desde el balcón de su casa de madera y veía como se formaban ríos, según ella. Adelina dijo que su casa no sufrió ningún daño pero que todo lo sembrado se perdió por las corrientes de agua. Contó que mucha gente perdieron sus casas por inundaciones y las casas de maderas que no estaban muy bien construidas, se las llevó el viento. Hubo mucha destrucción por los fuertes vientos y lluvias y muchos animales murieron ahogados. Después del huracán, el gobierno ayudó a las personas que perdieron sus hogares pero eso tomó bastante tiempo, alrededor de un año. En el caso de Adelina, no perdió su casa pero no tuvo agua ni luz por un par de semanas.

Para San Ciprián, todo lo dicho por ella fue contado por sus abuelos y familiares.

Le contaban que para la comunicación se enteraban a través de un radio. Compraban el radio y un par de baterías. Las personas se reunían casi siempre en familias para estar todos juntos. Adelina mencionó que para guardar el maíz, su padre tenía un instrumento que tenía un hilo que lo amarraba de un alambre y le daba vueltas para preparar el maíz. Durante el huracán hubo mucha destrucción e inundaciones. Esto afectó a toda la Isla, hubo muchos muertos, la agricultura se perdió, animales muertos y después del huracán lo que quedaba eran pudriciones lo cual seguía afectando a las personas que sobrevivían. El gobierno siempre dio su mano para ayudar al pueblo. Ya sea en construcción o en comida, pero fue un proceso lento y triste.

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