Sobreviviendo el temporal en Puerto Rico
Entrevista a la Sra. Josefina Martínez Santiago
Por: Jesús Hernández Rosario |
A través de esta entrevista podemos tener una idea de cómo las personas lograban sobrevivir a un huracán. Entrevisté a la señora Josefina Martínez Santiago de 90 años de edad. Aunque no recuerda el huracán San Ciprián, me relató sus experiencias durante San Felipe y Santa Clara.
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Para el huracán San Felipe (1928) doña Josefina Martínez tenía solo 5 años de a edad y vivía en el barrio Caonillas en Utuado P.R. Cuando comenzó el huracán San Felipe, doña Josefina cuenta que su tío tuvo que cruzar una quebrada llevándola al hombro para reunirse con su madre. Cuando su tío llegó al final de la quebrada, su madre le pidió que buscara unas guineas que estaban debajo del fogón dentro de una jaula. El tío logró recuperar las guineas y con ellas hicieron comida para dos familias que se habían reunido, la familia Maldonado y la familia Cruz. Luego se refugiaron en la casa de su abuela ya que les quedaba cerca. Al otro día su papa fue a los “vayaos” (las orillas del rio) a buscar las malangas que sobraron mientras doña Josefina se sentaba a observar la creciente del río. Su casa quedó sin techo ya que estaba hecha de “matojo”. Tardaron aproximadamente un año en recuperarse, gracias a que su papá era carpintero y pudo reformar la casa. No tenían agua ni luz, para alumbrar utilizaban “mechones de gas”. Siguieron sobreviviendo con lo que había. Su papá no ganaba mucho pero daba para sobrevivir. Según doña Josefina, nunca recibieron ayuda del gobierno y según ella no la necesitaron. En la agricultura, las cosechas se vieron afectadas debido a la fuerza del huracán y las personas recogían los frutos caídos de los arboles.
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Doña Josefina cuenta que para este huracán las lluvias y los vientos eran tan fuertes que tenían que agarrarse de los árboles. Josefina dice que para saber cuándo venia el mal tiempo utilizaban el “yagrumo”. Cuando las hojas del “yagrumo” estaban volteadas o en movimiento extraño era que se acercaba el mal tiempo y les ayudaba a estar al tanto para prepararse.
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Para el huracán Santa Clara (1956), doña Josefina tenía alrededor de 33 años, y vivía en Cumbre Alta en Utuado. La calidad de vida era diferente a la anterior. Tenía su propia casa, sus 6 hijos y su propio negocio. Esta vez no utilizó la naturaleza para enterarse del huracán. Se enteró por las noticias en la televisión. Luego de enterarse se refugiaron en los bajos de la misma casa, sin tener que salir de ella. Doña Josefina no recuerda muy bien las lluvias ni los vientos, ya que nunca tuvo que salir de su casa. La casa no hubo que repararla ya que no sufrió ningún daño. En el pueblo no hubo mucho daño pero si en el campo. Las personas que vivían en la zona rural llegaban al pueblo para vender lo que quedó de la agricultura. Doña Josefina siempre tuvo agua y luz, y no tuvo que mudarse a otra parte. Nunca recibió ayuda del gobierno.
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A través de esta entrevista, según las memorias de doña Josefina Martínez, se puede notar las diferencias de sus experiencias en estos huracanes. Cuando pequeña tuvo que luchar contra el huracán junto a su familia, y como después de adulta no pasó tantas necesidades. También se puede observar como las personas de la zona rural tenían que utilizar su creatividad y adaptarse para sobrevivir sin necesidad de la ayuda del gobierno. Doña Josefina es un ejemplo de esas personas, ya que hoy día continua con vida y con buena memoria para contarlo.
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