Educación vs Dinero
Por: Norimar A. Santiago Díaz

La economía en Puerto Rico no ha sido buena por muchos años, cada día se pone peor. El pueblo está preocupado por lo que será de la isla, y el gobierno intenta mantener la calma de los ciudadanos mientras llena su bolsillo.

En un intento de mejorar la economía, el gobierno decidió subir la matrícula de la Universidad de Puerto Rico, la única universidad pública, y la más económica. Aparte de ser diversa en programas, el ser económica es una de las razones que muchos deciden estudiar en un recinto de esta universidad. Claramente, si el gobierno sube el costo de la matrícula, muchos de los estudiantes van a preocuparse, ya que no tienen el dinero suficiente, y no todos tienen el beneficio de la BECA.

Esto fue la leña que encendió la llama para el comienzo de la huelga del 2010. El gobernador en ese momento, Luis Fortuño, decidió añadirle al costo de la matricula ocho cientos dólares. Fue un cambio extremo, un cambio que a los estudiantes no les agradó. Para demostrar su disgusto, la comunidad universitaria decidió marchar hasta la Fortaleza, y hacer otro tipo de actividades para dejar saber su opinión sobre la decisión del gobernador. Se suponía que eran actividades simples, sin agresiones, pero no fue así.

“La huelga del 2010 fue más violenta de parte de la policía,” comparto las memorias de mi entervistada, Marieli Díaz, secretaria de Obras Públicas en el pueblo de Barceloneta.
“Los estudiantes fueron atacados por la policía con “pepper spray”. Ellos atacaron al estudiante, y al personal de la universidad que decidió acompañar al estudiante como apoyo. Más, la policía, fue acusada de agredir sexualmente a las féminas. Ellas reclamaban que los policías, en el momento de agarrar a los estudiantes para detener las agresiones contra ellos, la tocaba en sus partes íntimas y sus senos.”

“Después de tanta lucha y ser agredidos de muchas formas, la comunidad universitaria dejó de reclamar. Ellos se estaban afectando. Meses pasaban y ellos atrasaban sus estudios. Al final el gobierno ganó y obtuvo lo que quiso,” señaló mi entrevistada.

Para la huelga del 2017, las cosas cambian. La razón por la huelga es, nuevamente, por subir el costo de la matrícula, y planes de cerrar algunos recintos y unirlos con otros. Además de la matrícula y que supuestamente los recintos más pequeños iban a desparecer, la huelga fue en contra de la Junta Fiscal enviada por los Estados Unidos.

La economía en Puerto Rico ha caído de tal forma que los Estados Unidos decidieron crear la ley Promesa, por la cual se crea la Junta de Supervisión Fiscal. Se nombra un grupo de personas que tienen a su cargo supervisar las decisiones fiscales del gobierno de Puerto Rico. Esto significaba muchos cambios en nuestra isla.

Pero para la comunidad universitaria no solo significaba subir el precio de matrícula, sino ellos veían lo que somos ante los ojos de los Estado Unidos; una isla bajo su control. Ahora Puerto Rico tiene que vivir bajo su supervisión.

Significaba mucho más para la mente joven que tiene fuego, espíritu, y esperanza para un futuro mejor. Esto era una cachetada muy fuerte de parte de los Estados Unidos, y el joven rebelde no se iba a quedar con los brazos cruzados.. La comunidad universitaria se puso los guantes una vez más.

De nuevo empiezan las marchas y el bloqueo, pero esta vez -el problema incluía a toda la universidad, y no solo a la universidad, sino a Puerto Rico entero. “De hecho, hubo más participación de los empleados de la universidad-,”informó doña Nitza Cortes, residente de Barceloneta con Bachillerato en Ciencias Sociales graduada de la UPR de Río Piedras.

“¡Fueron hasta donde el presidente de la Junta Fiscal! “, añadió doña Nitza.

“Lucharon y lucharon, pero al ver que nada ocurría, se volvieron más frustrados, y las cosas comenzaron a empeorar. Los estudiantes cerraron los portones, obstruyeron el paso con pupitres, y rompieron todo lo que pudieron. Se volvieron violentos del coraje. De  seguro el coraje venía porque nadie les prestaba atención; les decían que la pelea era inútil. Pero para ellos había una salida. Se podía hacer algo. Siempre hay una solución.”

“Esto tal vez fue la causa de su desesperación y decidieron que, si sus voces no eran lo suficientemente fuertes, tal vez harían caso si destrozaban la propiedad del gobierno. Muchos fueron arrestados por  su comportamiento y por agresión a los policías. Y  mientras el semestre completo pasaba, los estudiantes decidieron poner un alto a la huelga. Una vez más, no lograron su objetivo,” comentó mi entrevistada.          La comunidad universitaria pelea por sus derechos con pasión y esfuerzo. Ponen su todo en su lucha; una lucha para conseguir lo que ellos creen justo. A veces en esa pasión ellos mismo se envuelven y no pueden distinguir lo que es correcto y lo que no lo es. Pero, escuchando el punto de vista de doña Nitza y de la señora Marieli, pude entender que el corazón del estudiante está para defender lo que le parece justo.   

Comparando estas dos huelgas se puede ver como la universidad ha sido ignorada, lo cual es triste ya que todo profesional es producto de una universidad. No es malo pelear por tus derechos, pero tampoco es bueno el envolverte en la pasión hasta llegar al punto de lastimar a otros.

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