Una lucha condenada
Por: Karina L Rodriguez Gonzalez

“Aquellos que no pueden recordar el pasado,
están condenados a repetirlo”
                                                                                     - Santayana, George.

¿Qué ocurrió en la huelga del 2010 y en la huelga de 2017? Se puede decir que hubo conflictos y logros que marcaron a los estudiantes y profesores, tanto física y emocionalmente. Estos acontecimientos, que aunque ocurrieron en tiempos diferentes, aun así tienen sus semejanzas y sus diferencias. Por eso, es necesario conocer lo ocurrido en estas dos huelgas que impactaron la isla.  El día 29 de noviembre de 2017, entrevisté a la doctora Yolanda Molina Serrano en el Decanato de Asuntos Académicos de la Universidad de Puerto Rico en Utuado. A continuación lo que ella me contó sobre las dos huelgas.

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“La huelga del 2010 surgió principalmente por una amenaza de parte de la Junta Universitaria y de la administración universitaria central en donde ellos querían que los estudiantes pagaran ochocientos dólares de cuota y mantenimiento. Por otro lado, la huelga del 2017, surgió principalmente por el recorte de $512 millones que exigió la Junta Control Fiscal y por un alza en la matricula. En cuestión de los líderes de movimiento, no recuerdo bien quienes fueron, pero casi siempre el presidente del consejo estudiantil de la IUPI, es quien motiva al estudiante a ser parte de la huelga. En Utuado, recuerdo a uno de los líderes que lo conocían como “Pupi”, pero no recuerdo a los demás, y la huelga del 2017 no recuerdo bien a los líderes, pero sé que fueron estudiantes de agricultura. Las dos huelgas duraron alrededor de 60 a 70 días y el semestre se extendió hasta verano. Además, en las dos huelgas hubo participación de la comunidad de Utuado, grupos comunitarios y grupos independentistas fueron parte de estos acontecimientos. La participación del personal docente y no docente fue más activa en la huelga del 2010  y aunque los estudiantes no tomaron el recinto, ellos se mantuvieron en los portones. En la huelga del 2017 hubo participación del personal docente y no docente y esta vez los estudiantes tomaron la universidad en sus manos. En el 2010, se realizaron varios tipos de actividades, tales como conferencias, cine foro, talleres y hasta llegué a tallar con los estudiantes.

En la del 2017, hubo muchos conservatorios y aunque no llegué a ir a los conservatorios, yo iba todos los jueves a llevar comida y agua a los estudiantes. En cuanto a logros, se cobraron los 800 dólares de cuota por un año y por tal razón perdimos muchos estudiantes en el recinto y en el 2017, por lo que tengo entendido, no se logró detener el alza de la matrícula. El apoyo de otros recintos entiendo que si fue existente en las dos huelgas y se comunicaban entre ellos. En el 2010, hubo represalias de parte de los policías contra los manifestantes que se encontraban en el capitolio, pero en el 2017, que aunque me asustó ver muchos policías cerca del recinto, no hubo violencia y ellos solo se quedaban a vigilar. Los estudiantes decidieron terminar las dos huelgas mediante negociaciones con la administración y así llegaron a unos acuerdos viables que se podían lograr.”

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Continuó diciendo la Dra. Molina, ‘las dos huelgas fueron un proceso de crecimiento social para los estudiantes, tanto como el que hace la huelga, como el que recibe el impacto de la huelga. Realmente, los estudiantes tienen todo el derecho a protestar ya que son ellos los que traen el dinero a la Universidad de Puerto Rico, por lo que debería estar claro en la mente de lo administradores, personal docente y no docente. Los estudiantes son los que mantienen al recinto de pie y ellos tienen derecho a exigir. En la huelga, los estudiantes tuvieron un respeto inmenso y  aunque no se logró todo lo deseado, yo los veo a ellos como Martin Luther King, ya que se atrevieron a detener un sistema y protestaron con un ideal enfocado.”

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