“Aun estando bajo el lago, sigue en nuestros recuerdos..."

Por: Ashley Adrover Santiago

Esta represa o embalse del barrio Caonillas se construyó para el año 1948, con el propósito de generar energía.  Para los años treinta o cuarenta "más o menos" se construyó la escuela donde la señora Lydia Morales González  y sus hermanas estudiaron. El nombre de la escuela era Dolores Rigual y ahora mismo está sumergida en el lago, aunque sigue en sus recuerdos.  Relata la señora Lydia, que reside en el área todavía, que en la escuela Dolores Rigual hizo sus primeras amistades, que con el tiempo se han convertido en sus hermanos y los maestros de aquel tiempo, eran como sus segundos padres. Recuerda que el almuerzo se pagaba con un centavo. Doña Lydia para aquellos tiempos jugaba pelota, decía que era muy buena en el deporte, iban a las escuelas del pueblo a competir. Una de las cosas que jamás olvidará era la enseñanza, el respeto, la honestidad, las creencias religiosas y la nobleza, que, según mi entrevistada, se han perdido con el tiempo.

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Recuerda:  "Existía un poblado y habían dos haciendas, una del Sr. Alonso y la otra de Don Pelayo Ruiz, ellos eran dueños de la finca donde ahora mismo está el lago. Además había una iglesia, conocida como Capilla Sagrado Corazón, la cual fue construida para el año 1936, por el padre Gregorio. Gregorio era el párroco de la iglesia del pueblo. La construcción de la iglesia costó entre unos doce a trece mil dólares, lo recuerdo porque mi querido padre trabajó en esa construcción. También tengo que contar que allí me casé yo." Cuando el nivel del lago disminuye”, cuenta doña Lydia,  “se puede ver una parte de la iglesia”. Continuó diciendo que es muy emocionante ver la gente que viene de todas partes a ver la iglesia cuando baja el nivel de agua. No se acuerda exactamente las fechas, pero en varias ocasiones el nivel bajó demasiado. Se pudo observar el hospitalillo y las ruinas de la iglesia que estaba ubicada en la finca de Don Pelayo. Personas del país entero fueron al lugar a ver las ruinas de tan precioso lugar.

Doña Lydia se siente muy afortunada de haber estudiado en ese pobladito. El padre de doña Lydia le contaba que en la construcción sucedieron muchas cosas, accidentes y demás que ella no recuerda muy bien. La sencillez de aquel tiempo es lo que anhela nuevamente, aunque habían muchas más necesidades, se vivía con calma y tranquilidad. La construcción les vino bien aunque se cubrieron de agua todos los lugares de su infancia y su juventud. En dicha construcción el padre de Doña Lydia trabajó y se siente afortunado y agradecido de la vida por las oportunidades que se le brindaron.

Estos embalses o represas son construidos con el propósito de almacenar agua para el consumo domestico e industrial, riego, producción de enérgica y control de inundaciones. En el pueblo de Utuado viene siendo útil ya que es muy grande. Pero podemos ver como en ese lugar tan lleno de agua hay tantas memorias con un pasado digno de escuchar y apreciar. Esta represa es una de las más importantes en Puerto Rico y se suple de los ríos Jauca, Rio Grande de Jayuya y Rio Caonilla. Dentro de este inmenso lago hay algunas especies de peces exóticos, como otro dato curioso que me brindó doña Lydia.

Fue un honor compartir con la señora Lydia Morales González. Reconozco que para sus 86 años brindó la mejor información que pudo, con todas sus memorias incluidas.

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