Para este trabajo logré entrevistar a Magali Vélez, nieta de Don Ángel Cardec Ávila trabajador de la construcción del lago Guajataca. Según los relatos que Magali me contó, Don Ángel trabajó durante los años treinta en la construcción del lago. Trabajaba de ocho a diez horas al día y su sueldo constaba de una peseta por el día de trabajo. Vivía en el barrio Cibao en el pueblo de Camuy. Magali no tiene muchas memorias de este acontecimiento, pero recuerda que su abuelo le contó sobre la muerte de un trabajador ocurrida en esa construcción. El trabajador era un familiar, era el hermano de la abuela de Magali. El barrio Guajataca en los años treinta era un barrio agricultor, la mayoría de las familias vivían en chozas. A consecuencia de la construcción del lago, el barrio consiguió salir adelante y ayudó en la agricultura.

Entre otros relatos que poco a poco me contó dijo que los empleados que trabajaban para la construcción del lago fueron las mismas personas que años después trabajaron en la central de Soller. El Lago Guajataca es el segundo lago más grande de Puerto Rico y está rodeado por cuatro pueblos, Lares, Camuy, Quebradillas y San Sebastián. Según me contó Magali, el lago de Guajataca fue una fuente de agua para casi todos los pueblos mencionados, aunque no era agua potable. Don Ángel fue un hombre trabajador, el cual sacó adelante poco a poco a su familia. También me contó que en los años 70 él mismo era el único chofer de carro público en todo el barrio. En ese tiempo Don Ángel llevaba a personas desde su pueblo Camuy hasta el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín. En fin Don Ángel fue un hombre trabajador toda su vida y de ideales socialistas.