La isla de Puerto Rico, a pesar de que es relativamente pequeña tiene múltiples cuerpos de agua dulce.  Sin embargo no existen lagos naturales, sino que los existentes fueron creados por el hombre, son lagos artificiales. Uno de estos lagos lo es el Lago Caonillas. Logré rescatar las memorias de esta construcción a través de una entrevista directa con la señora Luz E. Maldonado Santiago.

En el año 1943 se difundió la noticia de la posible construcción de la represa del lago Caonillas en el pueblo de Utuado, Puerto Rico. La agencia de energía eléctrica, antes conocida como Autoridad de las Fuentes Fluviales, tuvo a cargo para el año 1996 el manejo y costeo monetario de ésta construcción. Para fines de una construcción eficaz de la represa, esta organización ordenó la limpieza y desalojo total del área. Luz E. Maldonado Santiago, para éste entonces tenía alrededor de unos seis años de edad.

La señora entrevistada, relata algunas descripciones del poblado antes de exhibir los efectos de desalojo para la construcción. Recuerda que existían diferentes construcciones antes de la construcción del Lago Caonillas. Habían colmados  y cafetines, caminos en piedra y tierra, una Iglesia, hacendados y casas de madera con zinc, una pequeña escuela, un hospitalillo y un  cuartel de policía.

La vida en aquél tiempo se basaba en la labranza de la tierra para producción de alimentos. Se separaban las personas por características físicas tales como la diferencia en color de piel. Dijo: “negros con negros y jinchos con jinchos”. Añadió: “Las personas residían en un ambiente familiar, sano y respetuoso, compartían de lo poco que poseían y mantenían relaciones estrechas entre vecinos. Esta represa trajo consigo múltiples efectos negativos para las personas que habitaban en este lugar. Muchas personas fueron expropiadas de sus casas y perdieron sus valiosas tierras.”

Entre las personas que tuvieron que despedirse de sus tierras, del lugar propicio y significativo para ellos, estuvo el padre de Esther. Esto afectó a su familia ya que tuvieron que desalojar y buscar otro lugar para vivir y comenzar una nueva vida, una que ya tenían hasta ese entonces y desapareció. A pesar de que tuvieron que abandonar sus propiedades, su padre, Anselmo Maldonado y su suegro, Pablo Santiago, tuvieron la oportunidad de trabajar en la construcción del lago y obtener un sueldo para costear sus necesidades básicas. Le pagaban alrededor de unos 30 a 40 centavos la hora.

El Lago Caonillas está localizado a tres millas del municipio de Utuado. Su represa fue construida con el propósito de generar energía eléctrica. Los suplen las aguas del Río Caonilla, Río Jauca, Río Grande de Jayuya y varias quebradas. Aunque muchas personas tuvieron que acceder a la expropiación de tierra para una causa como ésta, no todos estaban de acuerdo con este plan de construcción. Sin embargo, podemos recalcar que la causa de la construcción era por un bien común de todos ya que hoy día la represa del Lago Caonillas es una fuente de agua potable para muchas personas.