Te invito a conocer el Lago Garzas de Adjuntas

Por: Jenilie Pagan Vera     

En el Pueblo de Adjuntas, específicamente en el Barrio Garzas Juncos un 27 de octubre de 1930 nació uno de los hijos de María Rivera e Isidro Feliciano. Un niño, al cual nombraron Ramón Feliciano Rivera y que vio como fue la construcción del Lago Garzas. Hoy día nos remonta a varios años atrás y nos cuenta sus anécdotas acerca de dicha construcción.

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La construcción comenzó en el año 1936. Y poco tiempo después su papá Isidro Feliciano y su hermano Ulises, fueron integrados a la construcción de dicho lago. Dijo que para su familia fue una buena oportunidad económica. Ramón apenas tenía de 6 ó 7 años cuando tuvo la oportunidad de ver la construcción. El recuerda que su abuelo tenía varias cuerdas de terreno cerca de la construcción. Antes de la construcción lo que había era  muchas charcas y  ríos que se unían  por un mismo canal donde se formo el actual río Garzas que desemboca en Utuado.

Don Ramón iba todas las tardes a llevarle comida a su hermano y a su papá, porque don Isidro tenía dos trabajos, el de la represa y el otro trabajo en lo que antes le llamaban el “Forest Star” lo que hoy día es Recursos Naturales. Don Isidro ganaba aproximadamente $1.00 como mucho por trabajar en la construcción. “Imagínate, cuando yo trabajaba en la finca de Yoyo Rivera me pagaban a 75¢ por 8 horas de trabajo,” me contó. Según don Ramón, el Lago Garzas está compuesto por tres túneles, dos de ellos hechos en concreto y uno hecho en piedras, donde se encuentra la compuerta. Cerca de uno de los túneles que está hecho por concreto, tuvieron que construir el famoso “Puente Hamacas” para transportar materiales y así terminar el túnel y avanzar a terminar el trabajo. “Para esta construcción venia mucha gente de otros pueblos en especial de Jayuya y Villalba,” me contó .Continuó: “Estas personas junto a los supervisores y trabajadores se hospedaban en una casa que ellos le llamaban “Bun House”.

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Dicha casa se encontraba en lo alto de la montaña y se podía apreciar la vista de la construcción. En el área de la construcción  se utilizaron maquinarias grandes con brazos largos para recoger piedra y tierra, y excavar profundos hoyos para los túneles. Los camiones que utilizaban eran de tumba. Había un pequeño cuartel y trabajaban pocos policías para la seguridad del área. También había un pequeño lugar donde había camillas y enfermeras, en caso de alguna emergencia. Tenían un sistema de alarma o llamado para alentar a las personas, realizaban un disparo, luego de tres zumbidos se realizaba una explosión y después de los tres zumbidos sonaba uno solo que significaba que la gente estaba fuera de peligro.”

La construcción del lago trajo tristeza a la familia Feliciano Rivera. En uno de los disparos una piedra hirió de muerte a un tío de Ramón, hermano de Isidro. “Recuerdo que fue un viernes santo”, dijo.

Ya terminada la construcción en 1941, le dieron la tarea a una persona de anotar los niveles de agua que subían y bajaban diariamente. Cuando el agua llegaba al nivel más alto toda el agua restante era la que se formaba en charcas o ríos hasta llegar a la desembocadura. Esa agua fue utilizada para dar energía al pueblo, fue la primera planta hidroeléctrica en el pueblo de Adjuntas. Recordó: “Yo era muy pequeño pero aun recuerdo que esa planta existía. No creo que en todo Puerto Rico haya un sistema comparado como el del Lago Garzas. Fue una construcción muy buena que hoy día está como cuando la hicieron. Los caminos para llegar al lago eran como veredas. Imagínate que yo tuve un  par de hijos y todavía para llegar al lago teníamos que caminar. Con el pasar del tiempo el municipio construyó las carreteras. Las guaguas públicas cobraban 5ȼ por ida y 5ȼ por  vuelta. Los carros de turismo cobraban 10ȼ el viaje.”

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De esta entrevista aprendí muchas cosas que me llenan de mucho orgullo ser adjunteña, no solo por vivir en este pueblo, sino aprender y adentrarme en la historia de Adjuntas. Fue un placer y honor poder realizarle esta entrevista a don Ramón  acerca del Lago Garzas. No solamente aprendí sobre la construcción del lago sino que conocí de cerca como era la vida en esos años.  Aprendí  que esta construcción de no haberse realizado, todo el agua se hubiera perdido y no se hubiera creado la planta hidroeléctrica que generó luz al pueblo de Adjuntas. El lago Garzas tiene una maravillosa vista, es un área tranquila donde se puede apreciar la naturaleza y disfrutar de un ambiente relajado, practicar el deporte de la pesca y compartir en familia.

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