Mi abuela, una fuerte mujer de 72 años quien no parece tener problemas en la mente no paraba de hablar de su vida en aquellos tiempos. Le pedí que me hablara de supersticiones o leyendas en las que haya creído en su infancia. Sonrió, y me dijo que en los 40 la vida se basaba de eso, que todo lo que uno hacia bien o mal se le otorgaba a la buena o mala suerte.
Fueron muchas las supersticiones que me mencionó. La más sorprendente para mi fue la de '''la llorona'', pues no suelo creer en estas cosas, y me sorprendía que mi abuela, siendo la mujer mas católica del mundo, pudiera creer en esta leyenda. Me contó que un domingo al regresar de la iglesia, bajaban a pie por las cuestas empinadas del barrio Pinos de Villalba cuando se toparon de frente con el cuerpo de una mujer embarazada tirada en el camino. La policía, que según mi abuela para ese tiempo era casi imposible de ver, no les permitió acercarse y tuvo que regresar a su casa por otro atajo que quedaba más lejos. Al pasar el tiempo cosas extrañas sucedían en el barrio. Mi abuela cuenta que cada noche podía escuchar el llanto de una mujer acompañado de gritos de un bebé.