La segunda no le pasó a él pero es una leyenda de Corozal, el pueblo donde yo cursé mis estudios. La leyenda cuenta que si pasabas por el puente Mabilla después de las doce de la noche una mujer hermosa vestida de novia se montaría en tu coche y después de tener una ardua conversación mirarías por el espejo retrovisor y ella pondría una cara espeluznante y desaparecería.
La tercera y última historia le pasó a un amigo de mi tío hace muchos años atrás. Mientras iba por la carretera la cual no recuerda vio un hombre pidiendo un aventón y no le hizo caso, lo volvió a ver en la carretera y volvió a no hacerle caso, lo vio por tercera vez y continuó sin hacerle caso, cuando lo vio a ver por última vez le dio pon, conversaron por una hora y cuando se despistó, el hombre desapareció. En conclusión las leyendas urbanas son parte de nuestro folklore y nuestras tradiciones además son algunas de las cosas que nos definen como puertorriqueños y nos definen frente al mundo. Dejaré ante ustedes si creen que las historias que les he contado son ciertas o no.