Los tiempos han cambiado y ya nada es como antes
Por: José J. Estades Santiago

"Los tiempos han cambiado y ya nada es como antes" estas son reacciones de mi entrevistada, Olga Hernández Pujols, para este trabajo de historia oral. Leyendas y supersticiones fueron los principales temas discutidos con la entrevistada en el barrio Víctor Rojas 1 de Arecibo. Las supersticiones son creencias a las que se le atribuye carácter sobrenatural u oculto a ciertos acontecimientos. Olga, una señora de 85 años, me contó que ella no es supersticiosa pero que en algún momento de su vida si creyó en algunas supersticiones y fue partícipe de las mismas. En el pasado la gente creía mucho en los cuentos y según Olga, eso llevaba a las personas a ser supersticiosas porque había muchos fanáticos que creían en ella.

Según mi entrevistada, las personas con poca cultura eran las más supersticiosas. En el pasado todo era espiritismo, cada cosa llevaba un significado ya sea de buena o de mala suerte. Las supersticiones son tradiciones o creencias que en esa época ellos adaptaron y en las cuales le hicieron creer. Para esa época las supersticiones eran algo muy normal en la sociedad. La mayoría de la gente creemos en algún tipo de superstición bien sea por herencia, por aprendizaje o por cualquier otro motivo.

Cuando le pregunté a Olga sobre alguna leyenda, rápido me habló de las brujas. Me contó que no es partícipe de las leyendas pero que las brujas siempre han existido y en forma de risa me dice que en estos tiempos existen más brujas y son más peligrosas que antes. Cuando se escucha la palabra bruja rápido pensamos en escoba, brujería, hechizos y, si, son ciertos. Estos pensamientos siempre han estado presentes y ella recuerda como su madre a las 9:00 de la noche la llamaba para la casa porque se decía que a esa hora era que salía la bruja y se la iban a llevar. Todos los días por la mañana salían a los patios a ver si la bruja no había hecho sus necesidades por el patio o si no les había dejado una excreta amarilla dentro de una bolsa al frente de la puerta. Si encontraban algo así, era algún hechizo que la bruja le había echado. En esa época se creía mucho en las brujas y los hechizos que les podían echar, también se decía que todas las personas eran brujas y que nunca bebieran café en casa ajena porque podía tener algún hechizo. En el presente, según Olga, se tiene más o menos el mismo significado que se tenía antes acerca de las brujas.

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Algunas de las supersticiones que mi entrevistada Olga Hernández me contó fueron:

1- Cogían 3 granos de ajo. Uno sin pelar, otro pelado y, el último, pelado hasta la mitad. Luego el día de San Juan ponían los 3 ajos debajo de la almohada y a media noche cada una cogía un ajo y eso iba a decir si cuando grande iban a tener dinero o no. La del ajo sin pelar iba a tener mucho dinero, la del ajo a mitad iba a tener lo suficiente y el del ajo pelado iba hacer eso mismo, un pelado.

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2- Si las gallinas cantaban por la mañana era porque alguien se iba a morir. Según Olga me contó esta superstición era creíble ya que pasó varias veces.

3- Cuando el cielo se ponía bien oscuro era porque venía una tormenta.
4- En el tiempo de Cuaresma cogían una vela y una imagen religiosa y la mojaban en un pozo para que lloviera.
5- La mayoría de las personas el día de la Candelaria quemaban una pajita para que la casa no se le quemara.

6- Se decía que cuando los perros aullaban era porque veían al diablo.
7- Cuando el caballo se espantaba de momento uno miraba por debajo de la oreja y veía lo que el caballo vio.
8- Cuando les daban lagañas o ceguera en los ojos era que íbamos a ver la persona que nos gustaba

Como Olga me contó los tiempos cambian, esta cultura o pensamiento creativo de la superstición ha cambiado en el ser humano y ya no tiene la misma importancia que tenía años pasados. En el presente todavía deben de quedar personas que crean en las supersticiones aunque no como antes se creía. Muchas de estas supersticiones solían ser ficticias y, en esta época, pocas personas serían capaces de entender y creer en ellas. Pero así era la cultura y las creencias de esos tiempos y seguirán perdurando en la vida de las personas que tuvieron el privilegio de vivir en esa etapa de nuestra cultura. Para nosotros los que vivimos en el siglo 21 esto son sólo memorias, recuerdos o simplemente historias de las cuales no conocemos. Para conocerla primero que nada tenemos que comprender como nuestros ancestros vivieron y como era la vida que llevaban ya que estuvieron presente en una cultura completamente diferente a la que vivimos estos tiempos. Estas memorias o recuerdos de lo vivido es lo que le queda a la señora Olga Hernández en su mente y como esos tiempos fueron evolucionando de una manera drástica.

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